sábado, 13 de octubre de 2007

Vijaar no cura la estupidez

Dicen que viajar alimenta al espíritu y enriquece la mente. ¡¡Paparruchas!!. En mi opinión, viajar es algo así como un poderoso potenciador de aroma, que lo único que hace es dar más sabor a una o a otra cosa a algo que ya lo tenía. Así que quien era humilde y sencillo, realza aún más estas características después de sus experiencias por el mundo y quien era arrogante, zafio o estúpido, vuelve tras la ruta con esas “virtudes” aún más magnificadas.

En cuanto a lo de que viajar alimente el espíritu, aún tengo más dudas todavía. Creo que, por lo general y quien este libre que tire la primera piedra, contribuye más bien a nutrir y engordar el ego. Y es una pena, porque un ego grasiento resulta ser bastante más nocivo para la salud que un espíritu convenientemente avituallado.

Por poner un ejemplo de lo anteriormente dicho, hay quien incluso en el culmen de la osadía (la ignorancia siempre fue osada) y sintiéndose en su interior como algo próximo a la mismísima divinidad, se atreve a modo de jurado de Operación Triunfo o de Supermodelo, a clasificar en su sitio web quienes en este sufrido valle de lágrimas pueden ser calificados de viajeros relevantes o memorables, de precoces candidatos con futuro para entrar en el grupo anterior o sencillamente, deben ser omitidos de tales distinciones. Esperemos que en lo próximos meses esta persona nos mantenga al tanto de cómo va el concurso y de quien o quienes obtienen el galardón definitivo en este su celestial Festival de Eurovisión viajero

Bien está y es nuestro derecho (el de cualquiera, claro) opinar o debatir sobre destinos, medios de transporte, hoteles, tipos de viajes, foros, páginas personales… Pero, ¿acaso el haber visitado un amplio número de países o unos pocos menos a fondo legitima a alguien para decidir que personas –con nombre y apellidos- ocupan el olimpo de la sabiduría viajera.

Recientemente tuve la oportunidad de escuchar a esta misma persona hablar en un programa radiofónico y degustar su arrogancia y aires chulescos. Y mientras lo hacía recordé que era el mismo a quien no hace mucho había enviado un correo proponiéndole un intercambio de links en nuestros sitios webs y ni siquiera se había dignado a contestarme.

Libre es cada uno de hacer lo que y como le plazca. A mi lo único que me mueve a escribir esta reflexión es desmitificar. Al igual que en el mundo de la música, del fútbol o del cine uno puede ser un estupendo artista, jugador o actor y dejar mucho que desear como persona; idéntica situación ocurre con los viajeros. Si uno es estúpido no deja de serlo porque recorra veinte, cincuenta o cien países. Más bien y siguiendo la idea inicial del efecto potenciador, ocurre normalmente al revés.

Pero es que además, no es justo que queramos cargar sobre la actividad de viajar la laboriosa responsabilidad de curar la estupidez congénita. ¡¡Si no lo han conseguido ya los médicos o los científicos…!!

Lo bueno de gestionar una web de divulgación de viajes como esta es que conoces y compartes cosas con mucha otra gente (con páginas similares o sin ellas), que realmente te enriquecen y te alimentan la ilusión oir seguir viajando y compartiéndolo.

Lo malo es que un reducido porcentaje de esas personas (no mayor ni menor de lo que debe ocurrir en otras actividades o en la propia vida) nadan en el narcisismo, la arrogancia, la superioridad y la prepotencia.

Y lo peor es que en algunas ocasiones –y no en pocas- en este último grupo suelen encontrarse algunos de los que a priori parecen emblemáticos y afamados viajeros o administradores de webs del ramo. ¡¡¡Si yo os contara…!!

En fin. Que no se enoje nadie, porque omitiré dar nombres. Y además, como canta Raquel, de El Sueño de Morfeo en uno de los temas de su último y excelente disco: “que nadie se me ofenda, esta es solo mi columna de opinión”.

Y de ese mismo disco, este canto al optimismo

Hoy vas a comerte el mundo,

hoy no pierdas un segundo

y a disfrutar, tu sonrisa lucirás.

Aunque existan los problemas

todo marcha sobre ruedas y gritarás:

¡Todo va a cambiar!...

Escrita el 21 de agosto de 2.007

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