He estado charlando con mi amigo Tony por correo electrónico y estoy aterrada. Me cuenta que recientemente ha estado de ponente en un congreso relacionado con el sector de los viajes, con tipos que han pagado mil dólares por su asistencia y que parece ser (sobre todo en Estados Unidos) que el sector está muy preocupado y ocupado en conocer lo que se publica en los blogs y en los foros de viajes.
Tanto es así, que incluso están poniendo empleados a jornada completa para conocer lo que allí se publica. La pregunta me viene rápidamente a la mente. ¿Les pagarán plus de toxicidad?
Es realmente curioso. Ni la propia Geoplaneta cree en su propio foro, lo tiene descuidado y malamente moderado (desde luego no con una persona a jornada completa) y las empresas del ramo turístico resulta que ahora empiezan a ver en estos lugares el presente y el futuro de su estrategia.
Lo bueno de ser gerifalte de cualquier sector -también del de viajes- es que desde ese día pasas a tener un sueldo de vértigo, una limusina y –sobre todo- mucha gente alrededor riéndote las gracias. Lo malo, sin lugar a dudas, es que desde ese momento ingresas en el reducido y selecto grupo de los que no se enteran absolutamente de nada de lo que ocurre.
Supongo que a esos respetables señores del sector turístico mi opinión les interesa más bien poco. No pagarían ni diez dólares, ni por asomo, por leer lo que escribo y si lo hicieran, se les pondría el pelo como escarpias. Para quien si le pueda interesar, la expongo aquí, de forma gratuita, en estas dos entregas.
El panorama de los blogs de viajes, sin ser tan deprimente y frustrante como el de los foros, resulta ciertamente desolador. La red apesta a refritos de calidad inmunda. El 95 de ellos apenas sirven información original y se limitan a copiar/pegar informaciones de prensa, agencias o de otros blogs (muchas veces sin ni siquiera citar la fuente de origen), con el único fin de sacar unos céntimos a los incautos que clickan en su publicidad de vuelos u hoteles baratos.
Es posible que yo me haya vuelto una persona especial, maniática, engreída… lo que ustedes quieran, pero por ello no voy a dejar de afirmar que según van aumentando mis ganas de viajar y voy haciendo más viajes, van disminuyendo a la vez –inversamente proporcional- las de frecuentar la mayoría de los actuales sitios de viajes de la red.
El tufillo nauseabundo de los foros va llegando ya en los últimos tiempos hasta los acatarrados o con enfermedades del olfato. Se ha llegado a tal punto, que a estas alturas parece imposible dar marcha a atrás y quitarse de en medio a esa fauna que pulula por ellos, mezcla de pedigüeños sin escrúpulos, indocumentados, desocupados, aburridos, mesías portadores de verdades absolutas, mandones que no les dejan mandar en otra parte, envidiosos sin afectos… Por supuesto, en un sitio donde hay de todo, también circula buena gente, aunque cada vea menos.
Y es que lo que realmente está matando a la red es la gratuidad de todo, que nos está llevando a la más absoluta mediocridad. No entiendo porque en el mundo real hasta un vaso de agua tiene su precio y en el virtual, prácticamente todo tenga que ser sin coste alguno para el usuario. ¡Y si puede ser disponer de ello sin ni siquiera dar las gracias!.
Si alguien hace algo de calidad, pues habrá que incentivarle y pagarle. Entre otras cosas para que pueda vivir de ello y seguir haciéndolo. De lo contrario, continuaremos con el mismo panorama: Centenares de bodrios infectos y cuatro románticos dedicando su tiempo libre a ayudar a los demás.
Escrita el 29 de junio de 2.007.
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