Los foros generalistas van de mal en peor, bien por la dejadez de sus administradores o bien por los comportamientos mafiosos de los mismos y sus usuarios más emblemáticos huyen como de la peste. Los foros especializados en zonas concretas del planeta (algunos de ellos convertidos en chiringuitos elitistas), absorben pocos usuarios –que se desenganchan cuando han recopilado toda la información de ese destino- y pocos mensajes; con muy honrosas excepciones, claro está, que las hay (hace unos días encontré una).
Esta preocupante situación, esta haciendo que la comunidad viajera nos reorganicemos, lenta y paulatinamente, de otras formas. Están empezando a surgir los “foros privados”, vía listas de distribución de correo o vía Messenger , en los que cuatro, seis o diez usuarios se juntan a diario para mantener una comunicación viajera de calidad –a través de su cuenta de correo- y alejada del mundanal ruido y de las alimañas de la red.
Y también están empezando a florecer interesantes webs y blogs. Cada día más, muchos usuarios optamos por dejar de poner nuestras informaciones y experiencias viajeras en lugares públicos (foros), donde quedan a merced de quines están deseosos y ávidos de destrozarlas y vamos construyendo nuestros espacios personales, donde dejar nuestras aportaciones (más o menos valiosas, pero siempre muy trabajadas) a disposición de todo el mundo, sí (como en los foros), pero a salvo de las sanguijuelas que chupan la sangre, contaminan y revientan –para su disfrute y regocijo- los espacios públicos de la red.
Como me comentaba hace no mucho con bastante criterio un amigo y asiduo navegante de estos espacios, para inscribirse en un foro, a parte de un nick, habría que presentar un certificado de salud mental.
Escrita el 26 de septiembre de 2.006
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