sábado, 13 de octubre de 2007

Cada verano vuelve el Ministerio de Exteriores a darnos la lata con sus exageraciones alarmistas

Ayer escuché que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha revisado la información que ofrece sobre seguridad en los viajes al extranjero y lo primero que me vino a la cabeza es que ya era hora, porque en la web de este organismo había para algunos países recomendaciones completamente obsoletas (en ocasiones de hace tres años).

De todas formas, actualizadas o desactualizadas, si siguiéramos a rajatabla las recomendaciones del Ministerio, nos quedaríamos en casita, que parece ser según ellos que es el único sitio donde no nos acechan los peligros.

Por lo general, suelen ser bastante exagerados, como poniéndose la venda antes que la herida, para que en el momento de que en un destino concreto pueda ocurrir alguna inesperada desgracia, cubrirse las espaldas y decir: "Nosotros ya lo habíamos advertido".

En las nuevas alarmistas advertencias (más que recomendaciones) hablan de evitar a cualquier costa los viajes a Irak o Jerusalén. Mal empezamos si metemos en el mismo saco a dos destinos tan diferentes. A nadie en su sano juicio (salvo a reporteros experimentados en mil conflictos o a personal de las organizaciones no gubernamentales o de Naciones Unidas) se le ocurriría visitar el país del derrocado Sadam Husein, mientras que son miles (entre ellos muchísimos peregrinos) los que eligen la ciudad santa de Cisjordania para pasar unas breves vacaciones.

Entre los destinos a visitar extremando las precauciones han propuesto Egipto, Marruecos, Turquía y Líbano. Entendiendo la cautela que hay que tener con este último país, no sé si lo de los otros tres se corresponde con una broma de mal gusto o es que así nos pretendemos cargar de un plumazo la competencia que estos países mediterráneos suponen para nuestros ingresos por turismo.

Hoy en día, Turquía, Marruecos y Egipto son países completamente seguros, más que muchas de las naciones de la Europa occidental que no aparecen incluidos en ninguna lista negra. En ellos es completamente factible moverse de un sitio a otro de forma independiente sin asumir riesgos importantes y la delincuencia (mucho menos con violencia) es casi inexistente. Y las medidas de seguridad no sé si más, pero al menos más visibles que auqí

Es cierto que en ellos se han producido ataques terroristas de diversa consideración e impacto, pero también lo es que en el último lustro ha habido más víctimas en atentados en España o Inglaterra que allí y a ninguno de estos dos destinos se les crucifica de la misma forma, ni se les mete en el vagón de los proscritos.

¿Qué nos parecería que internacionalmente se empezaran a difundir informaciones en el sentido de que Bilbao o Madrid son ciudades escasamente recomendables para los turistas, porque pueden ser víctimas potenciales de ataques de E.T.A. o de Al-Qaeda?.

¿Y no lo son acaso también París, Londres, Roma o Nueva York?. Podéis estar seguros de que en la actualidad es más fácil morir en cualquier destino por causa de variados accidentes, que en un atentado terrorista. Y en el caso de los tres países mencionados (Turquía, Marruecos y Egipto), en un siniestro de tráfico.

Hagamos cuentas y veremos, que cada año mueren más españoles en accidentes de tráfico yendo o viniendo de las playas del Mediterráneo, que turistas por ataques terrositas en el extranjero en décadas.

Escrita el 23 de julio de 2.007

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