miércoles, 10 de octubre de 2007

Tópicos muy habituales en las conversaciones sobre viajes (VIII de X)

A lo largo de los más de 600 folios de información y opiniones que contiene esta web, he tratado en todo momento de no mezclar viajes con opiniones políticas, porque como hemos visto tantas veces en los foros de viajes, ambos elementos hacen peor pareja que las cerillas y la gasolina.

Por supuesto que quien lea habitualmente esta página podrá ubicarme de una forma muy aproximada ideológicamente, dado que es imposible aislar las líneas básicas de la ideología de cualquiera que hable o escriba, se trate del asunto que se trate. Pero al menos he intentado –y espero haberlo conseguido en un porcentaje importante- no manifestarme sobre política de forma explícita.

Hago esta introducción y estas precisiones, porque el octavo tópico que voy a tratar si que tiene un cierto contenido político, pero me parece que aún así debo proponerlo, por ver como a través de la propaganda interesada van calando en la sociedad, como si de verdades absolutas se trataran, algunos agravios comparativos y parciales hacia determinados países, que acaban siendo como mínimo peligrosos. Pongamos como ejemplo a Cuba para este octavo tópico –aunque valdría para otros países-, que quedaría más o menos formulado así: “Ir a Cuba es ir a ver miseria a un país empobrecido y sin libertades. La vida allí es difícil y deprimente”.

Debo indicar que no he estado todavía en Cuba. Hicimos un intento en 1998 que fue tan serio que incluso tuvimos el viaje contratado, pero cuando faltaban veinte días para la partida, tuvimos que aplazarlo por imprevistos laborales. Sin embargo, mi experiencia viajera a lo largo de más de cuarenta países, me hace dudar enormemente sobre que se pueda definir a un destino en línea y media de forma tan concreta, contundente y sesgada (incluso cabría decir manipuladora).

Quien se apoya en ese tópico esta definiendo todo lo que es un país por un mero criterio político (que ha llegado a calar hondo en muchas mentes gracias a los medios propagandísticos), dejando al margen todo el resto de sus elementos: Su historia, su cultura, el trato de sus gentes, sus paisajes y monumentos….

¡Ojo!. No estoy diciendo que lo que contiene ese tópico no sea cierto –tampoco digo que lo sea, aunque tenga mi criterio al respecto-, dado que como he señalado arriba, no he estado allí; sino que es una opinión exclusivamente política y muy partidaria, que además nada de información aporta a quien recibe ese mensaje y pretenda hacer un viaje al país en un futuro.

¿Y por qué no aporta información?. Pues porque en ningún momento descifra a ese potencial viajero si el país es interesante para visitar, si es seguro, si sus gentes son de una forma o de otra, si las condiciones sanitarias son buenas o no, si los monumentos están bien conservados, si los precios son caros o baratos, si la infraestructura hotelera es aceptable...

Pero si todavía alguien decide seguir aferrado al tópico, planteo un nuevo argumento que pude ser todavía más clarificador y es el del agravio comparativo. ¿Os imagináis que a mi me diera por definir a un país que si conozco bastante bien, como es Egipto, de la siguiente forma?:

“Egipto es un estado muy empobrecido, incluso en muchas zonas de las cuencas del Nilo y con un gobierno bastante corrupto. Su nivel de analfabetismo es muy importante y más significativo todavía entre la población femenina, a la cual se le práctica la ablación de clítoris en un 95% de los casos”.

Es cierto, que Egipto es todo eso. Pero ¿realmente sería esto lo primero que diríamos a alguien que nos planteara que de inmediato se va de vacaciones un par de semanas al país?.

-¿Y si a alguien le diera por alentar la siguiente definición y el incansable sistema de propaganda la difundiera?:

“España es un país insensible, que maltrata y asesina animales en estadios redondos y calles y que patrocinó y provocó con entusiasmo una invasión a miles de kilómetros en Irak, que acabo con la vida de decenas de miles de personas”.

¿Es o no es peligroso quedarse en los argumentos o tópicos simples, partidarios y confusos?.

Me parece que la política es para quienes nos gobiernan (que están para ejercerla y para que les pidamos explicaciones) y los viajes y destinos para quienes disfrutamos intensamente del placer de visitarlos.

Es posible que política y viajes puedan convivir medianamente juntos, pero no revueltos.

Escrita el 7 de marzo de 2.007

No hay comentarios: