jueves, 31 de diciembre de 2009

Eva tiene un Plan... y lo terminará cumpliendo

Ya, desde la más tierna infancia, quería tener de profesión, viajar por Hispanoamérica. Sin razón aparente o motivada, como cualquier criatura, que de mayor, desea ser bombero, astronauta, conductor de autobús o enfermera. En la adolescencia, me obsesioné, con hacer el interrail: Aquella aventura fascinante, de la que algunos estudiantes, ya universitarios, hablaban sin parar, entusiasmados. Cerraba los ojos y me veía en las estaciones, cargada con la mochila o viendo los inacabables paisajes alpinos, por la ventanilla del tren. Pero, lo que más trataba de imaginar, es con quien lo haría, cosa que nunca se me ocurrió pensar, de pequeña, cuando diseñaba, a duras penas, el periplo americano, partiendo desde Patagonia, para llegar a México.

Afortunadamente, ambos deseos, ya los he podido cumplir y con creces. Para recordar los interrailes, tendría que usar, casi todos los dedos de ambas manos y el pasado 2.008, culminamos el periplo americano, después de cuatro meses y medio, pero no empezando en Patagonia, sino todavía más lejos: En Río de Janeiro.

Fue este, un año mágico, que cambió nuestras vidas para siempre, dado que al citado viaje, añadimos otro, de cuatro meses, por el sudeste asiático y tres más, de duración variable, hasta completar, casi once meses viajando. Uno ya nunca es el mismo –lo quiera o no, porque no se puede elegir-, después de un viaje largo Así que hoy, hace 365 días, la gran incógnita, que me rondaba por la cabeza, era como íbamos a reaccionar, a la vuelta de la normalidad, en el año que hoy acaba. Y sobre todo, como íbamos a responder y a evolucionar, al tener que volver a encorsetar los viajes, en miserables periodos de vacaciones, de dos o tres semanas, al ritmo de un par, al año.

Para empezar, en 2.009, los viajes más dilatados, no han sido donde esperábamos: India e Irán, dejaron paso a China y, Nueva York y el oeste de Estados Unidos, pero este dato, tampoco es importante, para lo que voy a tratar, de comunicar.

Debo decir, que el impacto, ha sido algo menor del esperado, aunque en todo caso, fuerte. Y han ayudado a mitigarlo, las ocho escapadas cortas –cuando otros años anteriores, no hacíamos ni tres-, que nos han tenido medio ilusionados, a lo largo del año y, sobre todo, que hemos vuelto a vivir, con la misma intensidad, que antes, los viajes de dos o tres semanas. Esto era algo, sobre lo que a priori, éramos extremadamente pesimistas.

Pero el que ha viajado, por periodos largos, ya está infectado para siempre, sin antídoto conocido, ni parece ser, siquiera por descubrir. No es como una adicción o una droga, porque en estas, el síndrome de abstinencia cesa, simplemente, con no tomarlas, durante tiempo prolongado. Yo dejé de fumar, hace cinco años, pero me sería imposible, abandonar los viajes: Quizás incluso –por no decir, que seguro-, aunque tuviera que vender el alma la diablo, robar o mendigar (y ya no digo matar, porque me parece, demasiado fuerte). De hecho, me fui hace poco a Estados Unidos, en unas condciones, en las que casi nadie, habría viajado.

Se trata más bien, de la llamada de la selva. O si fuera creyente, diría, de la irrenunciable llamada de Dios. Y lo peor, es que cada vez es más fuerte. Pasas periodos tranquilos, pero de repente y, sin previo aviso o síntomas distinguibles o tratables, te embarga la necesidad, de dejarlo definitivamente todo y largarme de nuevo por el mundo, sin billete de vuelta (no digo para siempre, porque la palabra asusta).

Ahora, me encuentro en uno de esos periodos, en los que parezco poseída. De tal forma, que estoy pensando más en el 2.011, que en los propios viajes de 2.010, que aún están sin decidir y creo, que va para largo. Y es que, muy probablemente, enero o julio del 2.011, es el posible punto de partida, de un nuevo viaje largo. La cuestión, es que desconocemos, de cuanta duración. Empezamos pensando en dos años y luego lo alargamos a cinco. Pero ahora y nuevamente, nos están volviendo a entrar ganas, de venderlo todo, casa incluida –como diría, Jorge Sánchez, con los muebles, juegos de cama, cacerolas y demás trebejos incluidos- y largarnos, de forma indefinida. No se si será esta vez, pero esta claro, que tanto va el cántaro a la fuente, que se acabará rompiendo y lo terminaremos haciendo.

Hasta antes de hacer los viajes largos, planificábamos llevarlos a cabo, en la jubilación. ¿Qué ilusos. Haciendo planes, con 25 años de antelación y ahorrando para ellos!. Ahora, todo ha cambiado y solo nos vale el presente y el futuro inmediato. Pensar que me puedo morir, dentro de tres años y pasarlos, malgastándolos en casa, es una idea, que me atosiga y mortifica.

Y lo curioso, es que la posibilidad de haber hacho, los viajes de 2.008, se origino, a raíz de una de las mayores desgracias, que nos ocurrieron en la vida (que por otra parte, tampoco han sido muchas). Como aprendimos en el sudeste asiático: Nunca sabes si lo bueno es bueno, porque te puede llevar a algo malo. ¿O por qué no lo malo, no te puede conducir a algo bueno?. Amabas cosas en Asia, te suceden a dairio

Por cierto. El recorrido planificado, para el mencionado periplo, de inicio en 2.011, sería, más o menos: Rusia, Mongolia, algún país de Asia central –aun sin determinar, Corea del Norte y del Sur, Japón, India, Nepal, retorno a Filipinas, Indonesia y Tailandia, para entrar en Myanmar, Brunei, Timor oriental, Australia, Nueva Zelanda, Polinesia, isla de Pascua, retorno a Chile, Bolivia y Brasil –pero viajando por el interior y no por la Panamericana-, Venezuela, islas del Caribe, retorno a Estados Unidos, con visita del este del país y Canadá. Si aún nos quedaran ganas, que es bastante posible, haríamos África, en forma de V, empezando por el oeste y bajando, para subir, por el este.

¡Feliz año 2.010 y que venga cuanto antes, 2.011!

sábado, 26 de diciembre de 2009

Gracias, Jorge

Aunque no me gusten especialmente los rankings –y menos, en algo tan personal y subjetivo, como es viajar-, si a alguien en nuestro país, pudiera calificar, de viajero sobresaliente, como el mejor de todos y ejemplo a seguir, ese sería Jorge Sánchez. Ya no solo, porque en 2.003 –tras 31 años de periplos por el mundo-, concluyera la visita, de los 193 países, que forman nuestro querido planeta, sino por su forma de entender la vida y los propios viajes y, también, por su humildad. Estas líneas, que copio y pego y que encabezan su web, resumen una filosofía –más bien, una realidad-, con la que no puedo, estar más de acuerdo


“Bienaventurados los que no viajan jamás y los que apenas sienten deseos de conocer países remotos, ya que ellos gozarán de una vida apacible y llena de regocijo.


Bienaventurados también, los amantes de los viajes que en sus períodos vacacionales, recorren brevemente diversos lugares del planeta, pues ello les aportará enseñanzas enriquecedoras y les colmará de experiencias dichosas.


Pero, ¡ay de aquellos que han osado emprender el Camino del Viajero!
Porque ello no les dejará ni un momento de quietud y les substraerá de los demás intereses de este mundo; se afanarán únicamente por intentar satisfacer en vano, su insaciable pasión por los viajes y nunca considerarán haber viajado lo suficiente.

A esas almas vagabundas, sólo les aguarda desasosiego
e infinita ansiedad por aprender sin cesar, sobre todos los rincones de la Tierra,
sobre la naturaleza de los seres que la pueblan y sobre el significado de su propia existencia”.


Por lo dicho en el primer párrafo, no deja de ser todo un honor para mi, que esta viajera y está página – Losviajesdeeva-, aparezcan referenciadas, en la web de Jorge Sa´nchez. Gracias, Jorge, por esas buenas y amables palabras, que me llenan de emoción y que viniendo de quien vienen, me hacen sentir orgullosa y me animan, a seguir con esta labor –como tú bien dices, de forma dicharachera y personal-, de compartir mis viajes, con todo el que se quiera acercar, a este espacio viajero. Te lo habría agradecido con igual cariño, si en vez de elogios, tus palabras, hubieran sido críticas razonadas. Pero lo que más me gratifica, es el respeto con que escribes y que lo haces, con conocimiento de causa. Es decir: Que antes de elaborar la reseña, te has molestado en seguirme y conocerme bien, a través de mis escritos y trayectoria Y tienes razón: Eva no se vende, por un plato de lentejas. Sinceramente, Jorge: Un millón de gracias.


La mencionada reseña, la podéis encontrar aquí: www.jorgesanchez.es/ (en el apartado, de candidatos prometedores). No obstante, la copio y pego, a continuación:

“EVA (La Viajera impenetrable).


Eva nació en Valladolid, hace cuatro décadas y, según su mapamundi, ha recorrido 87 países, lo que la convierte, en una de las mujeres viajeras más experimentadas de España.

En un principio, Eva viajaba durante las vacaciones, como todos, a lugares turísticos de Europa o a países cercanos a España, como Egipto, Marruecos, Túnez, etc., pero más tarde cambió de aires y se lanzó a Asia, lo que le transformo por completo y sintió que necesitaba viajar más, por lo que en el año 2008, en un estado de arrobamiento, proyectó romper con todo, abandonar su trabajo y dar una vuelta al mundo, de 2 años de duración. Para financiarla, vendería su casa en Valladolid, con los muebles, juegos de cama, cacerolas y demás trebejos incluidos.

En el último momento, Eva recuperó la sensatez, recapacitó y se quedó con su casa castellana. Pidió una excedencia en su trabajo y la vuelta al mundo de dos años, quedó reducida a dos viajes de varios meses de duración cada uno, por Hispanoamérica y Extremo Oriente asiático.


Siendo de naturaleza dicharachera, Eva, en el pasado, tras sus viajes, participaba sus vivencias en los foros de viajes, que existen por Internet, pero ya se sabe que allí suelen introducirse personas ociosas, que no aportan nada sobre viajes, sino que más bien hacen el gamberro, y los constantes viajes de Eva (con sus comentarios muy personales, pues no tiene pelos en la lengua, y controvertidos, como pretender hacer boicot al Machu Picchu) provocaban envidias y animosidad, por lo que comenzaron a vilipendiarla virtualmente y a clavarle “navajadas traperas”, en la espalda, a lo bestia, sin piedad, lo que le llegó a agriar, así que la afligida Eva cortó definitivamente, con esos foros, se cerró en banda haciéndose impenetrable para sus detractores y abrió una güeb personal (que esos detractores, ya se la han hackeado varias veces), solo por suscripción, relatando desinteresadamente sus andanzas viajeras y donde no hay ni rastro de anuncios comerciales, ofreciendo encajes de bolillos, ratoneras o pócimas crecepelo. Pues Eva es íntegra y no se vende por un plato de lentejas. He aquí su güeb: http://sites.google.com/site/evaporelmundo/ y dentro de ella abrid el apartado "Enlaces viajeros", donde en una sola página, tendréis más de 200 enlaces de gran utilidad, tales como Centros de vacunación en España, Patrimonios de la Humanidad, Conversor de divisas, Información sobre visados, Cómo crear un blog, Horarios de todos los trenes de Europa, Planos de Metro del mundo, Traductor de numerosos idiomas, y un largo etcétera. Sin duda una labor colosal, que Eva noblemente, nos regala en su güeb”.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Comparando buscadores de hoteles

Cuatro son, fundamentalmente, los buscadores de hoteles, que utilizo habitualmente, para gestionar nuestras reservas hoteleras. Veámoslos pormenorizadamente, sobre todo, porque con tres de ellos, ya he tenido la oportunidad, de efectuar reclamaciones, con atención y resultados diversos. Creo que, sobre todo, este último aspecto, puede ser de bastante interés para los lectores.


Hotelius (www.hotelius.com/): Lo utilizo, generalmente, para reservas de hoteles nacionales y muy esporádicamente, para alojamientos europeos. Su web deja bastante que desear y es con diferencia, la que menos información ofrece sobre los hoteles u opiniones de los clientes. Pero suele brindar precios imbatibles, en establecimientos en España. La atención al cliente, es muy buena, tardando solo día y medio, ante un problema, en contestárnoslo y resolverlo. Se trató, de una reserva en un hotel de Madrid, en modalidad de pago on-line. Anulamos la misma, a tiempo, pero nos cargaron su importe, en la tarjeta de crédito. Y es que este buscador, presenta como inconveniente, que no basta con anular en la web, sino que hay que llamar por teléfono, si la reserva exige, pago on-line.


Veenere (www.venere.com/es/): Lo usamos, en la mayoría de las ocasiones, para reservas en Europa. Tampoco da malos resultados, para alojamientos en Asia, aunque para esta zona del planeta, hay buscadores más apropiados. Lo mejor de Veenre, es que siempre se paga en el hotel -salvo determinadas tarifas no reembolsables, que te las descuentan, de la tarjeta de crédito, cuando reservas la habitación-. Tiene otros aspectos, también muy buenos, como es la facilidad de uso de la web, la amplia información de los hoteles y las numerosas opiniones de los usuarios. Pero falla estrepitosamente, en la atención al cliente. En nuestro viaje a China, tuvimos un problema con ellos, con la reserva de Shanghai. Después de un intercambio, de 38 correos electrónicos –unos en español, otros en inglés- y tras más de seis meses, el asunto sigue sin resolver. Hace ya algún tiempo, que nos rendimos. Lo que si es cierto, es que con ellos, resulta muy fácil anular, vía página web.


Booking (www.booking.com/): Nos hemos servido de éste buscador, especialmente, en nuestro viaje por Estados Unidos, consiguiendo, precios increíbles. Pero también, es muy competitivo en Europa –no en España- y en Asia. Para mi y sin lugar a dudas, se trata del mejor de todos, dado que no tiene –o no lo hemos descubierto, hasta ahora-, ningún punto débil. Es de todos, el que ofrece más información de los hoteles y opiniones de clientes y con mucha diferencia. La web es muy manejable y el servicio de atención al cliente –aunque algo lento-, es excelente. Tuvimos un problema con la reserva, de nuestro último hotel en Nueva York. El establecimiento y por razones oscuras –amparadas en una repentina subida de tasas-, nos cobró ocho dólares más, de lo pactado con Booking.. El hotel, ni siquiera se quiso hacer eco, de nuestras protestas in situ. Han tardado un mes en solucionarlo, pero lo han hecho, con total eficacia. En cinco días, tendremos la devolución del importe, indebidamente cobrado, en nuestra tarjeta de crédito


Atrápalo (www.atrapalo.com/): No lo usamos demasiado y cuando lo hacemos, suele ser, para viajes por Europa. La web es bastante manejable y la información de los hoteles es buena. Aunque las opiniones de clientes, son muy inferiores, a las de los dos anteriores. De momento, no hemos tenido necesidad de enfrentarnos –mejor digamos, tratar-, con su servicio de atención al cliente. Así que en este sentido, no podemos ofrecer información


Los buscadores están muy bien, para cuando se va de vacaiones, por periodos breves de tiempo, todo va muy programado y no hay lugar a improvisaciones o contratiempos. Pero, viajando con más libertad, ni en África, ni en Asia, ni en América del Sur y Centroamérica, es necesario utilizarlos, dado que se consiguen mejores precios, buscando in situ.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Conquistadores y Tomboleros

Hay quien piensa, que cada viajero es genuino, único y diferente, pero yo no comulgo, con este pensamiento, algo romántico e idealista. Creo que hay cinco, seis…, diez como mucho, perfiles concretos de formas y filosofías de viajar y que todos podemos ser enmarcados, en alguno de e ellos. Aunque claro está, no de forma pura, en todos los casos, sino con porcentajes mayores o menores, de los restantes perfiles. Tirando por lo alto, no creo que al final, salgan más de veinte o veinticinco subperfiles diferentes, en los que se puede englobar, a cualquiera cuya máxima pasión, sea recorrer el mundo.


No es mi intención, en esta reflexión, hacer la típica clasificación frívola e hilarante, que no es difícil encontrar, en algunos hilos, de los más famosos foros de viajes o en blogs particulares. Creo que el tema, es mucho más serio, que eso y para llegar a conclusiones, habría que poner en marcha, un laborioso trabajo de campo, en el que se entrevistarían a miles de viajeros. ¿Quién podría estar interesado en hacer este estudio?. Pues mucha gente, entre los que destacarían, las agencias de viajes y los propios estados, a través de sus estamentos turísticos, con el fin de optimizar el número de clientes y visitantes y por tanto, los ingresos.


Llegados a este punto, dejo al margen el rollo filosófico y me bajo a la arena, para referirme, a dos tipos de subperfiles –a veces, en la misma persona, se dan ambos-, que últimamente, veo en sostenido, pero constante incremento, en mi deambular por la red: El conquistador o coleccionista de países y el tombolero.


Los primeros, me tienen anonadada. Hacen una imaginaria muesca, por cada país que visitan y el objetivo final, no es otro, que sumar el mayor número posible de ellas, de tal forma, que el que ha suma 40, es mejor que el que solo lleva 32 y este a su vez, más valioso, que el que tiene 15. Las reglas son sencillas: Se añade el país y se considera como visitado, desde el justo momento, que se cruza la frontera. Da igual, que solo se pasen allí tres horas, incluso en circuito organizado y más de la mitad del tiempo, se distribuya comiendo y en un transporte. Ese país, ya forma parte de la lista y el objetivo último, no es otro, que completar la relación o acercarse lo más posible, a la totalidad de los estados u naciones, del mundo mundial. Su filosofía, se resume en: “Yo soy mejor viajero, que tú, porque te saco tantos países”.


Dicho sea de paso, que nada tengo contra esta gente. Simplemente, me sorprende, que alguien pueda quedar satisfecho, de esta forma de recorrer el mundo. Pero cada uno, es muy libre de viajar, como quiera y de recetarse el tratamiento que considere oportuno, para la mejora de su autoestima. Es el segundo perfil, el que me irrita algo más y una de las tantas razones, de que yo abandonara en su día, todos lso foros de viajes.


A mi, se me ha ocurrido llamarlo el tombolero, porque están todo el día gritando –interneticamente, hablando- y vendiendo humo, pero podría tener, otra decena de denominaciones. Los hay, que tratan de fastidiar constantemente, al prójimo y otros, mucho más inofensivos, que lo único que tratan, es de alimentar su ego.


En el primer caso, son envidiosos, ventajistas –nunca responden, en un hilo de un foro, los primeros, sino después, para criticar-, malpensados, inventores de historias y hasta de muchos de sus propios viajes. Siempre tienen las claves de todo, una anécdota más interesante que la tuya, unos lugares –que, pobre de ti-, tú no visitaste y ellos sí… En los foros, sencillamente desprecian, a la gente, que menos ha viajado y desde su cobarde anonimato, cargan sus tintas, contra los que más participan o han tenido la suerte, de conocer más mundo.


En el segundo supuesto, hablamos de simples vendedores de humo, que a nadie dañan, pero que cuando a su producto –por así llamarlo-, le quitas el envoltorio, la decepción es enorme.


Recuerdo, que no hace mucho, fui uno de esos cientos de destinatarios, a los que un viajero, envió un apasionado y prometedor correo electrónico, anunciando, que había estado en Corea del Norte, uno de los pilares del Eje del Mal y que en una semana, daría con pelos y señales, todos los detalles. Lo mismo publicó, a bombo y platillo y a grito de megáfono cibernético -como en las mejores tómbolas-, en algunos foros de viaje, porque como decía, a él le iban los grandes retos.


Me ilusione y me dispuse a contar las horas, que quedaban para que mis oídos, pudieran escuchar, aquella fantástica y aventurada historia. Pero llegó el día y la decepción, fue morrocotuda. El gran reto, la aventura inigualable, la incursión en el Eje del Mal, había consistido en unas cuantas horas, de no barato viaje organizado, desde Corea del Sur. Buena parte de ellas, las había pasado en controles o almorzando y las máximas atracciones, consistían en una cascada y unos templos, de los que en Asia, sobran en casi todos los países, menos en China.


Lo que si debo agradecerle a este viajero, es que despertara en mi, el interés por este enigmático país y que lo tenga en mis planes viajeros de futuro, para hacerlo, algo más a fuego lento. De esta forma el guiso, sale más rico y con menos humo.

lunes, 26 de octubre de 2009

Gracias, San Cristobal, por enviarme esa mano de Santo

Más que una reflexión, es una historia:

Ayer por la mañana, a falta de poco más de cien horas, para nuestro teórico viaje por lso Estados Unidos, solo había un 10% de posibilidades, de llevarse a cabo. ¡Un desastre!, después de tantos preparativos y del dinero gastado en los vuelos, trasatlánticos e interiores. Pareciera que el país, se hubiera tomado venganza, después de lo mal que hemos hablado de él -más bien, de sus gobernantes- y de las veces que habíamos jurado, que nunca viaíamos allí, al menos, hasta que conociéramos, todo el resto del mundo.


No sería mala idea, para guión de película, pero no. La realidad, resultaba menos compleja que todo eso: Un aparatoso agarrotamiento muscular, en el gemelo izquierdo, que en los últimos nueve días, apenas me dejaba andar y me mantenía, con unos dolores tremendos. Reconstruyamos los hechos, aunque suelen ser los de siempre, en este tipo de casos.


Se empieza por una mala pisada o movimiento brusco. Después, se nota algo de dolor, pero si no te ha pasado nunca antes, no le das importancia y sigues forzando, con tu rutina diaria. Al tercer día, los dolores ya resultan insoportables. Curiosamente, más sentada y de pie, que caminando.

Como había un fin de semana por medio, decido esperar, al inicio de la semana, par ir a mi médica de cabecera. Quizás para entonces, ya se haya pasado el dolor. Comienza la investigación por internet y como le hecho tantas horas, casi acabo siendo catedrática de traumatología: Roturas fibrilares, tendinitis, contractura y agarrotamiento muscular, esguinces… Antiinflamatorios (Enantyum), benzodiazepinas (Myolastan), iboprufeno, Voltaren, medias que pensionan la pierna, fisioterapeutas…. Si se presenta hematoma es una cosa. Si no lo tiene, es otra y el tratamiento distinto. Varía, según sea la zona de de la hinchazón y el grado de contracción. ¡Oh Dios!


Me obsesiono. Me mido ambos gemelos con el metro, a ver si dan resultados diferentes, para hacerme una idea de la inflamación, porque ha simple vista, no se ve nada. Efectivamente, el gemelo izquierdo, sobrepasa en dos centímetros de diámetro, al derecho


Me hago más de diez fotos, de la zona afectada, con la cámara compacta, para ver, si hay realmente hematoma. Parece que no


Ahora, me alarmo, me pongo nerviosa y aumenta el dolor. Muchos de los participantes en foros, hablan de recuperaciones, de hasta cuatro o cinco semanas ¡Yo no tengo tanto tiempo!.


Mi médica, poco dada al uso de medicamentos fuertes, me da una media de tensión, que solo uso dos días, porque me estrangula la pierna. Los nervios se incrementan, dado que, cada mañana me levanto y no progreso nada. Empiezan las dudas. ¿Hacer el viaje, con un arsenal de antiinflamatorios o suspenderlo, por miedo a romperme, definitivamente allí.


Al principio, optamos por lo primero, pero ayer, nos damos cuenta, de que bajo ningún concepto, estoy en condiciones de viajar, porque me cuesta horrores, hacer incluso, tareas cotidianas, como poner la lavadora o guisar. ¡Y no digamos, estar sentada en un autobús! Empiezo a asumir la derrota y me angustio, aunque sueño con un milagro.


Hoy, he vuelto a la médica por la mañana, para gastar el último cartucho. Me ha dado antiinflamatorio, para disolver en agua (Enantyum). Y a la vuelta, ¡ha ocurrido algo inesperado, casi celestial!. Me he encontrado a una tía mía, con la que tengo mucha relación. Iba con su hijo, que portaba muletas. Se ha fastidiado el pie, en un salto y lo lleva, a una especie de sanador (funciones de fisioterapeuta, pero sin título, aunque no curandero, dado que, solo usa sus manos), que tiene fama de hacer milagros, a 10 euros la sesión. Ahí quedó la cosa.


Me ha llamado por teléfono a mediodía y me ha dicho, que el chico, ha salido de la consulta sin muletas, así que me he animado y le he propuesto, que me venga a buscar y me lleve a la casa de este hombre, llamado Felipe. Ha empezado, a enredar en mis músculos y tendones, a veces haciéndome, bastante daño. Pero el hecho es, que cuando he entrado en la consulta, apenas me podía sentar o permanecer de pie, de forma estática. Cuando he salido, sin embargo, podía hacer ambas cosas.


Lógicamente, sigo notando algo de dolor, porque ha hurgado, a lo largo y ancho de mi gemelo, pero no es un malestar como el de antes, porque ha desaparecido la tirantez. Me ha mandado volver mañana y que el resto del día de hoy, no caminara mucho.


Ahora, las posibilidades de realizar el viaje, vuelven a subir como la espuma.


No soy religiosa y ni siquiera creo en Dios, pero prometo que a la vuelta, si todo sale bien, iré a poner un par de cirios, a San Cristóbal mártir, patrón de los viajeros.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Al interrail, no le mató el bajo coste, sino la avaricia de las ferroviarias

No sé, como estarán hoy en día las cosas, pero cuando hicimos nuestro último interrail por Europa –después de mucho tiempo, de no disfrutar de esta experiencia-, a mediados del año 2.005, la realidad era deprimente. Cuando llevamos a cabo los primeros, en el 90 y el 91, el continente estaba lleno de jóvenes, que abarrotaban los trenes. No era nada infrecuente, tener que pasar la noche en las plataformas o el pasillo, por no haber sitio, en los compartimentos. En 2.005, ni jóvenes ni viejos. Íbamos, prácticamente solos.


No me extraña. En aquellos tiempos, el interrail costaba unas 26.000 pesetas, lo que era una ganga, para cualquier joven, a pocos posibles que tuviera. Pero los precios fueron subiendo, de forma escandalosa y muy por encima, del coste de la vida y al parecer, los vagones se fueron despoblando. ¡Lo normal!.


Los trenes, también fueron, premeditadamente empeorando. A primeros de los noventa, los ferrocarriles alemanes –también los austriacos o italianos, entre otros-, en segunda clase, consistían en seis asientos por compartimento, que por la noche, se abrían y juntaban a la mitad, formando anchas literas. Si tu pareja o amig@, se sentaba en frente tuyo, podíais dormir estirados, colocados de forma inversa.


Cuando volvimos al país bávaro, en el citado 2.005, el compartimento seguía siendo de seis, pero lo habían hecho, completamente espartano, con asientos no abatibles. Otros trenes, los habían convertido, en largos vagones, de asientos corridos, donde la relación con desconocidos, es bastante más complicada. Al margen, se pagaban suplementos, en casi todos los convoyes, cuando en lso primeros noventa, no se abonaban en ninguno, salvo que fueras, en litera o cama.


Debo reconocerlo. Me da pena, de que los jóvenes de hoy en día, no puedan disfrutar de esas sensaciones y de la hermanada convivencia, de apasionantes noches interraileras, en las que conocías a gente, de casi todas las partes del mundo. Eran veladas increíbles, al son del chucu chucu, al color de unas cervezas y a veces –por qué no reconocerlo-, de algún porrito de hachis o de maría.


Son recuerdos mágicos de juventud, que no se olvidarán jamás, por mucho que pase el tiempo. Porque para nosotros, aquellas experiencias eran entonces, tan apasionantes, como lo puede ser, hoy en día, viajar al lugar más apartado y exótico de la tierra.


Menos mal, que al menos, los jóvenes de este momento, tienen dos posibilidades, que nosotros nunca tuvimos: Los vuelos de bajo coste y unos precios en los hoteles, muchas veces más baratos, que lo que costaba una pensión, hace casi veinte años. En el bajo coste, buen precio, mucha eficacia y ahorro de mucho tiempo. Pero de magia, confidencias, cervecitas, porritos y noches inolvidables, nada de nada.


Esta visto, que nunca se puede tener todo. ¿Hacia donde evolucionará la cosa?. No tengo ni idea, pero espero que en el futuro, de una manera o de otra, los jóvenes puedan seguir viajando. Si en algo envidio a los de hoy, es que a mi también, me hubiera gustado irme de Erasmus.

martes, 29 de septiembre de 2009

La desfachatez de Air Europa, tienne final feliz (de momento)

Nuestras peores sospechas, se han confirmado en el día de hoy. Aunque el final, ha sido casi feliz, después de explicaciones incomprensibles, momentos de inquietud, abono del minuto de llamada, a más de un euro y buen trato, eso sí

Sabemos desde hace tiempo, por diversas incidencias ocurridas en el pasado -que ahora no vienen al caso-, que Air Europa es una compañía lamentable y de muy poco fiar. Aunque nos seguimos arriesgando a volar con ellos, debido a que en algunos destinos –no en tantos como antes-, sus precios están bastante por debajo de la competencia. Es el caso de los vuelos a Túnez, uno que antes iba a Río de Janeiro y que quitaron en mayo del año pasado y el que conecta Madrid con Nueva York, que es el que ahora tocaba.

La tarifa que conseguimos, de 323 euros i/v, resulta unos 80 euros menos, que las más bajas de sus competidores. Así que, como bien sabéis y una vez más, nos armamos de valor y compramos los billetes, para visitar Estados Unidos, durante 16 días, a primeros de noviembre.

La web de Air Europa, es aún más lamentable, que la propia compañía. Tiene una única virtud: Que te permite visualizar a la vez, los vuelos al destino elegido, de todas las fechas del mes. Todo lo demás, son defectos: Diseño poco atractivo. A veces se queda colgada. Si has metido un dato mal (por ejemplo ida, por ida y vuelta) y quieres modificarlo, te borra todo lo anterior y hay que empezar de nuevo. Los precios, que se visualizas en el calendario, a veces no coinciden con los reales. Y podría seguir, pero ya solo, me voy a referir a lo peor: No hay manera, de hacer un seguimiento a tu reserva. Menos mal que al menos esta vez, no nos dio problemas al reservar nuestras plazas, a diferencia de otras ocasiones.

El caso es, que ayer andaba aburrida y ¡bendito aburrimiento!. Quise comprobar, si en Checkmytrip (
https://www.checkmytrip.com/plnext/XCMTXITN/CleanUpSessionPui.action?SITE=XCMTXITN&LANGUAGE=GB ), aparecía el itinerario y el estado de los vuelos. Positivo. Miro el de ida y se muestra confirmado. Voy a ver el de vuelta y leo lo siguiente, en cuanto a su estado: “No es posible, no funciona”.y debajo, nos colocan otro vuelo, para la misma hora del día siguiente y cuyo estado es: “Confirmación cambio de hora”. O Sea, no es que lo retrasen unas horas, si no que lo cancelan y nos hacen esperar un día completo Supongo que cualquier persona, que tenga unas fechas de vacaciones limitadas y cerradas, se hace cargo del problema.

Esta mañana y como es lógico, llamamos a la compañía. En el 902 de Air Europa, nos indican que para informarnos sobre ese tema, hay que llamar a un 807, que cuesta más de un euro el minuto y que tenemos que pagar nosotros, aunque la culpa del desaguisado, sea de la compañía. ¡A callar y a pagar! Ya hemos aprendido hace tiempo, que el temple tiene que ser nuestro guía.

La señorita –muy amable, eso sí-, nos dice, que efectivamente, ese domingo, no hay vuelo. Pero, ¿por qué, si el resto de los domingos de noviembre, si opera?. No sabe, no responde. Y, ¿por qué la compañía, nos vendió un vuelo inexistente, desde su propia web?. Respuesta: Sí, es que el vuelo existía, pero ahora lo han quitado, por los horarios de verano e invierno”. ¡Ah, o sea, qué van quitando vuelos cuando les apetece, con pasajes ya vendidos?.

La siguiente pregunta, es de pura lógica, teniendo en cuenta la conversación: ¿Y cuando pensaban comunicarnos la cancelación, tal vez el día antes?. No sabe. Y es que el colmo de la desfachatez de Air Europa, es que nos suspenden el vuelo y encima, ni nos envían un correo electrónico

Nos ofrecen la posibilidad, con la misma tarifa –faltaría más-, de volar el sábado o el lunes. Pero claro, el lunes ya no podemos y si lo hacemos el sábado, perdemos un día, de nuestras preciadas vacaciones. A la señorita, ambas cuestiones, le dan igual, aunque trata de disimularlo.

Resulta, que si yo quiero cambiar las fechas de un vuelo o tengo que pagar un suplemento de 20 euros o en otros casos, es misión imposible. Ingenua de mi, pregunto, si al modificar las fechas ellos, me dan los 20 euros a mi. Negativo. Al menos, si queremos, nos devuelven nuestro dinero, perdemos los vuelos y todos, tan amigos. Pero eso, no nos interesa

Trato de no perder la calma e intento negociar. Aceptamos volar a la vuelta un día antes, si también nos permiten, adelantar la ida un día, sin ningún coste adicional. Tendremos que reorganizar algunas cosas, pero al menos, no perdemos un día. Aceptan. Esperamos, que esta haya sido, la primera y última sorpresa, aunque estaremos alerta, porque volar con Air Europa, es como comprar en la Bolsa, los denominados chicharros: O te va de miedo o te hundes.

Lo que hacen las compañías aéreas –unas más que otras-, es sencillamente, una vergüenza. Tienen licencia para matar y para saltarse la legislación europea, a su antojo. Aplican hasta el extremo, la normativa para pasajeros y se saltan a la torera, lo que les concierne a ellas, mientras las autoridades europeas, miran para otra parte.

Es cierto, que hay una legalidad, que protege a los pasajeros, pero nada se conseguir, si no vas con abogado y a juicios, por lo que al final, te sale bastante más caro, que lo que vas a reclamar. Aún, estoy esperando sentada y ha pasado casi un año, que me indemnicen, por el retraso de más de 24 horas, que tuvimos en el aeropuerto de Roma, viniendo de Turquía, por la huelga de Alitalia.

viernes, 4 de septiembre de 2009

El 80% de los lectores de esta Web, son mujeres

Hace unas pocas semanas, una gran ciberconversadora argentina, con la que en aquella época, intercambiaba algunos mensajes largos, sobre destinos y viajes, me daba las gracias por contestarle tan pronto, teniendo en cuenta, que yo debía recibir muchos correos cada día. Le contesté que si, que me mandan unos cuantos, pero la mayoría son poco interesantes, dado que solicitan información, que ya viene en los relatos, así que les remito a ellos


Solo unos pocos, analizan y/o desmenuzan los mismos, los critican o elogian y/o comparten conmigo, sus reflexiones sobre destinos, rumbos o periplos. Es a los que dedico, la máxima prioridad y uno sé si porque en aquellos momentos estábamos en agosto y la gente disponía de más tiempo para pensar y escribir, de estos mensajes, me llegaron bastantes.


Por cierto, casi todos de mujeres, aunque no es casualidad: porque el 80 por ciento de las suscripciones a la página, son feminas: El porcentaje es similar, en cuanto a quienes me envían correos electrónicos. Profundizando más, en las estadísticas de la página, decir que en torno también al 80% de las visitas, proceden de España, viniendo un 15% de Latinoamérica y Estados Unidos y el restante 5%, de los puntos más diversos del mundo.


Dentro de las visitas nacionales, las tres cuartas partes, proceden de País Vasco, Cataluña y Madrid, proviniendo solo un cuarto, del resto de España. Este dato, aunque para algunas pueda resultar chocante, es de fácil interpretación y viene a constatar, la pura realidad: Cuando viajas y encuentras españoles por libre, suelen ser de estas Comunidades.. A nosotros más de una vez, nos han llegado a decir: ¡”Que raro, unos de Valladolid, recorriendo mundo!”. Y efectivamente, lo es.


Pero lo que es mucho más difícil de descifrar, es esa diferencia de 80 a 20, entre hombres y mujeres. Y mucho menos, sin caer –de forma voluntaria o no-, en la aburrida guerra de los sexos.


Partamos de un hecho objetivo o, al menos, que nosotros hemos constatado, a lo largo de los viajes: Hay más mujeres –sobre todo, solas-, que hombres, por esos caminos de Dios, recorriendo de forma independiente, nuestro querido planeta azul.. Aún así, esto sigue sin explicar, la desproporción de 8 a 2.


Aunque lo hasta aquí escrito, haya levantado expectativas en el lector, la verdad es que las explicaciones que encuentro, no son nada espectaculares. Así que espero que vosotr@s, enriquezcáis la reflexión, posteando comentarios.


Básicamente, se me ocurren cinco razones:


1ª.- Las mujeres, somos más sociales que los hombres y nos da menos pereza contactar. Pero este argumento, aunque cierto, es algo pobre, porque no se puede aplicar a otros ámbitos: Por ejemplo, dudaría de que en Facebook, exista una proporción, de cuatro mujeres por hombre.


2ª.- Las mujeres somos más curiosas (alguno diría, cotillas).


3ª.- Las mujeres, en términos generales, somos menos orgullosas, a la hora de pedir ayuda.


4ª.- Según los estudios, en España hay más lectoras que lectores.


5ª.- Y fundamental. Como he constatado en viajes y foros del tamo, hay bastantes más mujeres, que hombres –a pesar de que puedan viajar en pareja o en grupos mixtos-, ocupadas de la logística de los viajes y de sus preparativos previos.


Habría una sexta razón: Que la culpa fuera mía. Aunque es poco probable y no por no reconocer errores, sino porque cuando la gente se registra en la web, aún no conocen sus contenidos.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Los viajes de antes

Ya no solemos viajar demasiado por España, porque yo la tengo conocida casi entera, desde cuando era pequeña y adolescente y viajaba con mis padres, en aquel SEAT 124, primero de color amarillo suave y luego blanco. ¡Qué recuerdos, los de aquellos tiempos!.


Entonces, no había apenas autovías, viajar era toda una aventura y una sucesión de panorámicas espectaculares, pueblos –con sus habitantes en sillas o poyatos, a las puertas de las casas-, ciudades y, fundamentalmente, emociones. Me acuerdo de los bellos paisajes del norte, pero también de las sensaciones encontradas, que sentía al cruzar los Monegros y luego alcanzar con la vista, el Moncayo; de las lagunas termales de Galicia, entre esas serpenteantes carreterucas de Dios, plagadas de amenazantes precipicios o de las playas de la Costa Brava.


Hoy las autovías, en gran medida, han matado la magia de los viajes largos, a través la península. Conducir se ha convertido un acto rutinario, en el que apenas hay que mover el volante, mientras se circula por esa interminable recta, plagada de pasadizos elevados, carteles informativos, rotondas ocasionales y hormigón por todas partes.


El tráfico, ya no nos viene de frente y es prácticamente imposible, salirse del carril fijado, parar bajo las sombras del pinar deseado, sacar la manta y darse un festín con las viandas, cocinadas con tanto esmero, por la madre de familia. En nuestro caso, la tortilla de gambas, las pechugas de pollo rebozadas, los filetes empanados y hasta el conejo guisado, no solían faltar nunca. Ahora se para en cualquier parte y se malcome de cualquier manera.


Y si el video asesinó a la estrella de la radio, como decía la canción, el GPS mató y descuartizó a la aventura, aunque también a las discusiones de papá y mamá, sobre que “si no te enteras, que te he dicho que fueras pendiente del desvío y tú nada”. También se acabó, lo parar en el arcén, extender el mapa sobre el capó delantero y notar, como se iba calentando, con el calor del motor, mientras con el dedo o un lápiz, se trazaba la ruta a seguir, a veces con algunas incertidumbres.


Entonces, no era infrecuente perderse y si ocurría por la noche, la normal preocupación de mis padres, en mi mente, se convertía en un halo de misterio y emociones. Recuerdo una vez, viajando a Huelva, que por ahorrarnos algunos kilómetros, decidieron no ir por Sevilla y continuar, una vez pasado Zafra, por la tortuosa carretera, que entre montañas, parte desde Fregenal de la Sierra. ¡Casi nos comieron los lobos! Y terminamos, al menos un par de veces, en distintas fronteras de Portugal


En aquella época y a pesar de mi corta edad, yo ya iba apuntando en un cuaderno, los pueblos por los que íbamos pasando o los ríos que cruzábamos. Incluso con nueve años, llegué a escribir mi primer diario de viaje, en unas vacaciones en la provincia de Almería. Aún me acuerdo: La bellísima Mojácar, el evocador y misterioso poblado del Oeste, el maravilloso y virgen cabo de Gata, los paisajes lunares por la carretera, que unía el pueblo de Tabernas, con la capital…


Mi padre tenía tanta confianza en mi, que incluso me dejaba, orientarle con el mapa. Recuerdo la terrible bronca, que me cayó en cierta ocasión. Veníamos de Cádiz Al llegar a Madrid me preguntó, que nacional era la que nos llevaba a Valladolid. Yo sabía perfectamente, que era la 6, pero en ese momento, no sé por qué, me confundí y le dije que la 1. El chaparrón verbal fue intenso, cuando se dio cuenta, que transitábamos por la de Irún, caminito de Burgos.


Y también me vienen a la mente, aquellos momentos, en que nuestras vidas pendieron de un hilo, cuando cruzando por el puerto de la Canda –en la zamorana comarca de Sanabria-, un bidón cayó desde un camión. Se abalanzaba contra nosotros y al esquivarlo, quedamos con más de media rueda delantera, saliendo hacia un profundo precipicio.


En fin, volveré a publicar sobre el tema dentro de 30 años y seguro, que yo misma me sorprendo, al escribir lo que echaré de menos, de lo viajes por carretera en la actualidad. Espero haber hecho entonces, el más deseado de ellos (sueño de infancia, al igual que recorrer América, desde Patagonia a México): Ir de Nueva York hasta San Francisco –no necesariamente, por la ruta 66-.

martes, 25 de agosto de 2009

¡¡¡VIVA Ryanair!!!

"Jamás respondisteis a mi reclamación y el exceso de peso en el equipaje es más caro, que el kilo de marisco en Navidad, pero aun así...: ¡os quiero!". No hace mucho que en la prensa, encontrábamos estos fragmentos de una carta, que una usuaria valenciana, enviaba a las oficinas de la compañía aérea Ryanair. Esto viene a demostrar, que las controversias que genera la bajo coste irlandesa, ya no solo están en el plano social, sino dentro del propio individuo. Pura relación de amor/odio.


En el fondo creo, que a Ryanair le va la marcha y que lejos de incomodarles, tanta crítica les reconforta. Es aquello tan viejo, del que hablen de mi, aunque sea mal. Y a otros muchos, también les viene bien. Por ejemplo, al gobierno. Porque mientras se habla, de que si Ryanair cobra no se cuanto por cada bulto o por el check-in on line, nadie hace comentarios sobre la millonada que se está gastando el estado –con comisiones incluidas, para muchos políticos, supongo-, en hacer un AVE para ricos y potentados.


Mientras tanto, Ryanair gana dinero, como debe hacer cualquier empresa, da oportunidad de viajar a mucha gente y se ríe del mundo, ahora con lo de volar de pie y pagar un euro por el servicio. Pues si hay que abonarlo, pues se abona y debate terminado. ¿Por qué nos quejamos por esto y nos quedamos tan campantes, cuando nos soplan diez euros, por un recorrido de 20 kilómetros, que no vale ni dos, desde un aeropuerto, hasta el centro de la ciudad?.


Y es que desde mi punto de vista, las controversias se acaban rápido, bajo el contundente argumento, de que puedo volar de Madrid a Barcelona por 4 euros, con todo incluido y con solo equipaje de mano, mientras que ir en el tren, me cuesta quince veces más. Otro ejemplo: Para el puente de octubre, haremos Valladolid-Milán-Madrid, por tan solo 8 euros por persona. ¿Imagináis cuanto cuesta, solo el tramo Barcelona-Milán, a través de esa sociedad de desvergonzados, que en su día crearon RENFE y la francesa SNCF? Con esto, ya no haría falta seguir, pero me apetece hacerlo.


Las asociaciones de consumidores –líbrenos Dios de ellas- hablan y no paran, de que la política de Ryanair es engañosa y poco clara, de que cobran por todo, de que no dan servicios…, pero nunca las oí protestar, cuando dos gilipollas, con pretensiones de exclusividad mundial, pagan casi 4.000 euros cada uno, por un viaje de 15 días a Argentina, en Viajes de El Corte Inglés. Y hay mucha gente, que despilfarra esta cantidad y sale gozosa, sin saber que gasta diez veces más de lo que cuesta y que luego ponen el grito en el cielo, porque Ryanair les quiera cobrar, 16 euros por una maleta. ¡La estupidez humana, no tiene, ni tendrá límites!.


Ryanair no engaña a nadie y si son muchos, los que tratan de engañar a Ryanair. Por ejemplo, intentando pasar por bultos de mano, auténticos maletones o como vi el otro día a una chica, proponiendo colar como este tipo de equipaje, un bulto que pesaba 14,5 kilos.


Vamos a tratar de analizar, los tres principales tópicos.


1.- “Ryanair cobra por todo, sobre todo por el equipaje.”. Sí, es cierto y parece justo, que uno que lleva 15 kilos, pague más que el que viaja con un simple bolsito de mano. Lo que resulta completamente injusto, es lo contrario: Pagar por lo que no se usa. En las compañías tradicionales, nos obligan a desembolsar dinero, por todos los servicios que ofrecen, independientemente de que los utilicemos o no.


2.- “El sistema de venta es confuso y engañoso”. Falso. Es sencillísimo, para toda aquella persona, con una formación media, que se haya dado tres garbeos por internet. Se trata simplemente, de ir añadiendo o restando servicios y pagar exclusivamente, por lo que se necesita. Es bastante más fácil, que sea una agencia, la que te meta la bacalá


3.- “Cuando hay problemas, como cancelaciones u otros, se lavan las manos”. Sí, eso está mal, ciertamente, pero muchas de las aerolíneas tradicionales, hacen exactamente lo mismo. Aún estoy esperando, la indemnización de Alitalia, después de haber presentado la reclamación cinco veces, por el retraso de 24 horas, que tuvimos el año pasado, volviendo de Turquía. Cierto es que a nosotros, por lo menos nos dieron comida y hotel, pero a la mayoría, ni eso. Y me temo, que o voy a los tribunales o no cobraré nunca. Legislación Europea = Papel mojado.


Voy ahora, con lo que me parecen las mayores ventajas, de esta aerolínea irlandesa:


-Gracias a Ryanair, los ciudadanos de provincias, ya no necesitamos desplazarnos a Madrid, para viajar por Europa. Y gracias a esta compañía, el turismo en nuestras propias ciudades, se ha revitalizado.


-Es una de las compañías aéreas, con mayor puntualidad. Y no es casualidad, porque su rentabilidad, depende de ello.


-O es que me estoy acostumbrando o últimamente, la distancia entre asientos ha aumentado algo y estos son un poco menos espartanos, que antes.


-Te avisan mil veces por correo electrónico, los días antes de tu vuelo, para que hagas la facturación on line, por lo que es casi imposible, que se te pueda olvidar.


Pero como digo unas cosas, también menciono las otras. Hay tres cosas de esta compañía, que no entiendo y que serían fácilmente mejorables.


-El excesivo celo, comparado con la mayoría de la competencia, en llevar hasta el límite, todos los protocolos de seguridad.


-El trato poco amable del personal. No he visto aerolínea, con más caras de amargad@s de la vida, entre l@s auxiliares de vuelo, que en esta.


-Carece de3 sentido, que pagar con la tarjeta de la compañía, salga 10 euros más caro, que hacerlo con una Visa Classic Aunque esto es pura anécdota.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Me gusta más lo cutre, que lo bello

Hay mucha gente que dice, que no aguanta ver la miseria y aunque es algo exagerado, yo casi podría decir, que no soporto la belleza o que al menos, ésta apenas me inspira.

Desde siempre, me encantó mucho más lo cutre que lo bello. También, hacer botellón en cualquier callejuela de Roma o puente de un pequeño canal de Venecia, que tomar un capuchino en las exclusivas terrazas de la plaza España o la de San Marcos. Siempre acabé conociendo más gente interesante es esos primeros sitios, que en los segundos.

La belleza es demasiado perfecta, excesivamente proporcionada y casi siempre, algo aburrida y previsible. Provoca admiración al principio, pero acaba por terminar siendo vulgar, a medida que pasa el tiempo. Lo cutre por el contrario, tiende a ser sorprendente, enriquecedor para la mente y el espíritu –porque te lleva plantearte preguntas, que nunca te haces cuando contemplas lo bello-, imprevisible, lleno de imperfecciones, de colorido y si tomas la actitud adecuada, limpia de prejuicios y posrjuicios morales, llega a ser hasta entrañable.

Tal vez sean Sudamérica y Centroamérica, las zonas del planeta más bonitas que vi. Es casi imposible encontrar, en otros continentes de este mundo, las maravillas naturales que hay allí: Las cataratas de Iguazú, el desierto de Atacama, Torres del Paine, el Salar de Uyuni, Machu Pichu, las Galápagos, volcanes, glaciares… Tal vez, por el contrario, sean determinadas áreas del sudeste asiático, las más cutres que contemple jamás..

Pero sin embargo la realidad, resultó ser demoledora. Mis correos a la familia y los amigos, ocupaban cinco líneas desde América y en cambio desde Asia, llegaban a veces, hasta los cuatro folios. Hablar de Iguazú, me daba ocurrencias para redactar un par de líneas o tres, pero me podía perder hasta no encontrarme, escribiendo sobre un mercado de Vietnam o describiendo una población de Laos, después de ser asolada por las inundaciones, en la época de lluvias.

Y cuando leo, siempre aprendo y siento más curiosidad, con las descripciones de lo cutre, que de lo bello. Por cierto. Ahora estoy leyendo un libro de viajes, que os recomiendo. Se llama “Octubre en Pekín” y es del colombiano, Santiago Gamboa, un sufrido viajero de pies planos. Está escrito ya hace unos años, pero no ha perdido aún vigencia y refleja con bastante acierto, la realidad de algunos lugares de China

En el primer capítulo dedicado a Hong Kong, viene a decir algo que yo siempre he defendido y que está relacionado con el tema de esta reflexión: La cierta decepción que se produce por muchos turistas, al encontrar una ciudad demasiado moderna. Y es que la mayoría de los viajeros, siempre vamos buscando lo exótico, lo tradicional y lo genuino, que generalmente tienen el problema, de estar relacionados con la alienación de seres humanos, la miseria y la pobreza.

Y es que el asunto se torna peliagudo, si lo teñimos de conceptos morales y empezamos a razonar cosas tales, como: Por seguir disfrutando de nuestros viajes, preferimos que la gente siga siendo pobre, viviendo hacinada, ver a niños descalzos, mercados con vendedores muy coloridos, pero que apenas sacan para la manutención diaria… Porque nada exótico resulta, normalmente, ver a ricachones viviendo en sus urbanizaciones de lujo, a las afueras de la ciudad o a gente de clase media, pasando la vida en bloques de edificios de aluvión.

No voy a entrar en ese debate moral, que daría para discutir durante horas y en el que probablemente, ni unos ni otros nos fuéramos a convencer, de lo que propone el contrario. Y no entro, por dos razones fundamentales. Primero, porque en ese terreno, todo es muy relativo y no hay verdades absolutas. Y segundo, porque cuando viajo, no me interesa la moral. Como si de una reportera se tratara, me limito a contemplar, tratar de interpretar la realidad, por su puesto por mi filtro e intentar juzgar, tan solo lo imprescindible.

Quizás por eso mismo, no me paro mucho a reflexionar, sobre las condiciones justas o injustas, en las que viven las personas, de los lugares que visito. Porque piense lo que piense y haga lo que haga, me va a ser imposible modificar su futuro. Sí, ya sé que es una actitud muy cómoda, fría e impopular, pero también muy realista y te evita sufrimientos y enfados. Además, nunca me voy a culpabilizar, por no haber sido capaz de resolver los problemas, que no consiguieron mitigar quienes les gobiernan o las grandes potencias mundiales.

martes, 11 de agosto de 2009

Efectos a largo plazo, de los viajes dilatados

A principios de diciembre de 2.008, pusimos punto final, al que había sido el año más feliz de nuestras vidas y a los viajes largos, por América, Asia y otras partes del mundo. Escribí entonces, una relación de efectos beneficiosos y secundarios, de los periplos prolongados a corto plazo. Obviamente en aquella época, no resultaba posible analizar las consecuencias a largo plazo, pero hoy, ya casi nueve meses después, me voy al referir al tema, partiendo de una categórica conclusión: Sigue habiendo efectos secundarios muy nocivos, pero ya no encuentro ninguno, que sea beneficioso.

De todas formas he querido, escribir esta reflexión, antes de releer aquella, con el fin de no contaminarme, de los sentimientos de entonces. Solo cuando haya terminado, le volveré a echar un vistazo.

Los viajes largos vistos desde la lejanía, resultan aún peor que la droga dura, que son a corto plazo: Porque de cualquier sustancia estupefaciente es posible desengancharse, con fuerza de voluntad y según van pasando los meses, el síndrome de abstinencia va disminuyendo, hasta acabar por desaparecer. Pero con los viajes de larga duración, ocurre al revés: Cuanto más tiempo ha pasado desde el último, más mono, congoja y desasosiego se tiene.

Ni un solo día desde nuestra vuelta, he dejado de pensar en aquellos días, en aquellos acontecimientos, sensaciones y vivencias, a lo largo de medio mundo. Ni un solo fin de semana, en el que hayamos estado los dos solos, hemos dejado de recordarlos, a veces durante horas, al abrigo de unas cervezas o copas. Puedo pasar una semana sin hacer el amor y me provoca menos angustia, que atravesar ese mismo intervalo de tiempo, sin rememorar nuestros aventureros periplos, que nos marcaron para siempre.

Cuando planificas la primera travesía prolongada, el sentimiento que se impone es la ilusión. Cierras los ojos y dejas volar la imaginación, como si estuvieras soñando y todo resulta muy relajante y agradable. Puedes estar planeando el primer viaje largo durante años, a veces como era mi caso, desde la mismísima infancia, en la que ya fantaseaba con hacer, el periplo que finalmente, convertimos en realidad, por Sudamérica y Centroamérica, desde Patagonia a México. Antes de la primera vez, nunca hay prisa, siempre se puede esperar un poco más, sin mayores consecuencias.

Pero eso ya no ocurre la segunda vez, porque el sentimiento que te domina es el ansia, la inquietud, la intranquilidad, la preocupación, la zozobra... Ahora cuando cierras esos mismos ojos, ya no ves escenas de postal, como si soñaras despierto. No. Ahora sientes angustia y solo piensas en que llegue el momento, de poder largate de nuevo. Hay que ser una persona muy fría, para poder planificar un segundo o tercer viaje largo, durante varios años, sin estar constantemente sufriendo, pensando en la lejanía del momento de la partida. Porque además, como cualquier drogadicto cuando busca su dosis, te servirás de todos los medios, para poder realizar tu recorrido mucho antes.

Y esto cambia por completo tu vida. Empiezas a pensar, que en la vivienda ya solo harás las reformas muy imprescindibles, que cambiarás de coche cada más años o, que saldrás menos sábados por la noche, para así, ir aumentando la velocidad de ahorro, que permita largarse cuanto antes. Cada euro que entra en la economía familiar y que no va destinado a las necesidades esenciales, ya tiene su lugar donde ser gastado, siempre a miles de kilómetros de casa, claro.

Cada vez que te sientes o te sale algo mal, buscas mentalmente el mismo antídoto y aún son mayores, las ganas de marcharte y dejarlo todo. De momento hemos conseguido resistir y no perder completamente el juicio, aunque no sé muy bien por cuanto tiempo. Porque cuando algo no va bien, las paredes de nuestra casa, ya escuchan machaconamente, la temida, pero reconfortante frase: “¡¡Pues alquilamos el chalé, nos vamos a Asia y a la mierda!!”. Y es que tu barrio, tu ciudad, tú país y tu propia vida, se han convertido en una jaula, de la que quieres escapar, ante el primer contratiempo

El dicho habla, de que lo bueno o mata o engorda. Añadiría yo, que o crea una irreparable adicción. Al final todo lo gratificante, suele pasar una elevada factura y la de los viajes largos, es de bastantes ceros.

Sin embargo hay una cosa, que pensé que iba a ocurrir y que afortunadamente, finalmente no ha pasado. Creía que, después de haber estado casi un año por el mundo, cualquier viaje posterior y aunque fuera de un mes, me iba a dar poco de si. Pues no. En breve, nos vamos a Lombardía solo cuatro días y nos van a saber a gloria, como las tres semanas que no hace mucho, estuvimos por China y Qatar.

Ahora sí, he releído lo que escribí hace meses y concluyo amargamente, que son mucho peores los efectos a largo, que a corto plazo. Solo espero que con el paso del tiempo, aún no vayan siendo peores.

viernes, 7 de agosto de 2009

Gracias Lupe, por esta joya

Esta mañana recibí una joya, que me envió Lupe Martínez, en forma de correo electrónico. Su contenido me emocionó bastante, porque no solo es la historia de una vida por el mundo, sino toda una filosofía viajera, que comparto casi al 100%. Tras tener su autorización, pensé en la forma de cómo presentar su relato. Se me ocurrió partirlo en trocitos y hacer comentarios. Pensé también, en exponer sus ideas, pero omitir su historia. Finalmente llegué a la conclusión, de que la forma de no desvirtuar nada el mensaje, era transcribir el relato de forma literal e integra.

Así que la reflexión de hoy, la pone Lupe, aunque es como si la pusiera yo. Y como le he dicho en privado, espero algún día formar parte, de la historia que viene a continuación.

“Navegando al azar, por las reflexiones viajeras, he leído post antiguos y me ha aparecido uno de 2006, en el que reflexionas sobre los que viajan solos/as (
http://reflexionesviajeras.blogspot.com/2007/10/me-aterrara-viajar-sola-sin-poder.html). He pensado en comentarlo en el blog, pero al ser tan antigua, seguro que no la leerías nunca, así que para distraerme un rato, te voy a dar ahora mi punto de vista.

Viajar solo (o sola, en mi caso) a veces es un autentico coñazo.
Pero otras veces es lo mejor que te pueda suceder. Ante la disyuntiva de viajar sólo o quedarse en casa, para mí la mejor opción es viajar. Viajar sola que es más difícil aún, a priori y desde casa, que luego no lo es tanto.

Exige mucha preparación previa. Hay que comenzar poco a poco, con escapadas de una o dos semanas, para conocerse, antes de tirarse uno, dos o tres meses por el mundo. El viaje empieza en la librería (ultimamente en Internet) mucho antes y yo al menos me pongo muy ansiosa, pero lo más difícil siempre, es dar el primer paso. Una vez comprado el billete de avión, ya no hay vuelta atrás, así que de mi misma, dependerá lo bien que me resulte. Eso me da seguridad y vértigo a la vez..

Tampoco puedes ir tu sola por donde quieras. Hay países en los que el miedo te paraliza a la hora de comprar el billete, más siendo mujer, pero eso va variando con la edad y con el conocimiento. (no hablo de los países árabes, que conste). Y hay momentos malos, muy malos. en los que te preguntas qué puñetas haces tu allí, pasando frío, si te importa todo ya un pito. Pero también los pasas cuando viajas con alguien y te sale todo al revés.

Pero cuando tienes que coger el avión de vuelta, esos momentos malos y de bajón, no han existido nunca; ya pasaron, y sólo quieres más tiempo para viajar más.

De mis viajes en solitario, han surgido las amistades más desinteresadas, tolerantes y generosas, que he tenido y que probablemente tendré jamás.
Algunos de esos amigos del camino, sólo permanecen un año en contacto frecuente conmigo, otros ni siquiera eso, y unos cuantos, llevan lustros conmigo e incluso ahora viajamos juntos varias veces al año.

No sólo el paisaje es interesante en un viaje, también lo es el paisanaje. El local y el foráneo. Una cena, un café, un té o una cerveza a kilómetros de distancia de tu entorno, si es con alguien que tiene algo que contar, sabe mejor que el maná. Y es tan oportuno como aquél.

Mi primer viaje, al extranjero se entiende -hasta entonces me iba al pueblo con mis padres-, lo hice sola y muertita de miedo. y en estado de depresión post-ruptura sentimental. Escogí como destino una ciudad grande, con muchísimos museos. Planifique visitar uno por jornada, ocupar bien mi tiempo para no pensar...Y llegó el último día y ése mismo día por la mañana, corriendo para no perder el avión de vuelta por la tarde, visité el único que pude, ¡sólo por decir que había hecho algo cultural en Londres!

En mi segundo viaje a Amsterdam, me recuerdo llorando las dos horas de trayecto en el avión de vuelta, recordando los buenos momentos que pasamos el argentino David y yo, los últimos días. Luego nos vimos en Madrid y luego nunca más se supo. No fue ningún amor de vacaciones, fue un amigo de vacaciones.
Y viajé más y más. A Alemania y ya desde el avión conocí gente. David y luego Silvia. Cenar y salir de noche es muy duro, si no imposible viajando sola. Pero hay gente que viaja sola por otros motivos (negocios) y están deseando quitarse el traje de romano, para dar una vuelta y recordar sus tiempos de interrail

Por no estar sola y darle gusto al pueblo, que me miraba espantado cada vez, que me oían contar lo bien que me lo pasaba sola por ahí, una vez fui con un compañero de trabajo a Marruecos. Lo peor que pude hacer en mi vida. Nunca mais. Probé entonces con estancias y conocí en una especie de campamento náutico, a la que hoy es mi mejor compañera de viaje y amiga: la Feli, con la que, a priori, no tenía casi nada en común. Bueno, ahora si, los sellos en el pasaporte.

Viajé sola a Turquía, en un organizado desastroso, al que demandé nada mas volver (fue mi ultima vez en organizado) Y allí cambió mi vida. Conocí a Hannah, la persona a la que quiero parecerme cuando sea mayor. Dicho esto, suficiente. He vuelto a verla en Turquía 2 veces y una tercera en su Holanda natal. Ahora no nos escribimos tanto, pero siempre nos llamamos por nuestro cumple. Hannah tiene 65 años y es ciudadana del mundo. Una genia.

En Túnez tuve la suerte, de coincidir en su día libre con un conductor de autobús urbano de la capital y de después animarme a aceptar la invitación, de visitar a su familia (objetivamente una locura, pero subjetivamente y en aquel momento lo mas natural del mundo). Lo pasé tan bien con ellos, que volví unos meses más tarde con Feli y Ana Rosa. Para las tres lo mejor de aquel viaje, mi familia tunecina, que es la de Saif.

Nos llamamos desde entonces, en el aniversario del día que nos conocimos y es realmente gracioso, porque su madre no habla ni papa de francés ni de ingles, pero me manda mil amores, que yo los siento.

También conocí a una familia de sicilianos, en un hotel de lujo al que me colé, después de cenar en mi tres estrellas cutroso. Y nos llevamos tan bien, que dos años mas tarde, acepté la invitación a conocer parte de su isla. Continué el viaje por Italia, ya sola, sin familia siciliana y arrivé en Milan.. En Padova conocí a la linda Hiromi, del Japón, que lee mis blogs con esfuerzo. También al muchachito, que me pidió matrimonio en Venezia (por supuesto dije que si) y con el que me colé (sin quererlo), en una góndola

Ya mas animada, después de las medias distancias, pasamos a las grandes: A los destinos lejanos. Vietnam: Horrible experiencia con un colega de trabajo de Feli, que se unió al grupo y al llegar a la bahía de Halong, yo planteé irme sola. Y me hubiera ido tan feliz, de no ser por que Feli, se vino conmigo y se quedó él con su mal rollo y su sapiencia.

Luego Brasil, la Argentina (donde todo fue bien y conocimos, entre otros, a las incansables Geor y CECI), la India ( con Feli y la excelente, previsora y eficaz, Ana Rosa y gentes hindúes con los que chateo de vez en cuando. Y más tarde, Nepal (con Pyru, la checa y Oscar y los buenos momentos en moto, con Miquel y Niurka), Laos, Camboya y Tailandia. (en estos dos últimos países, se dio el reencuentro con las argentinas).

En los tiempos en los que viajaba sola, ¡no estaba sola mas que cuando yo quería!!. Mis queridos Jan paul y thang, los franceses chinoises, que me acompañaban en Bangkok y que me hacían reír tanto, Sussana, la recién divorciada italo-sueca y el resto del grupo que se formó en Luang Prabang, Pascal, mi suizo relojero, la amable Nathalie.., Sebas, el polaco residente en Londres…

Del resto de mis viajes. un popurri de buenas gentes: Adele, la guardia forestal de Nueva Zelanda, Husseyin y Beatrize de Vizenza, que me enseñaron su casa de verano, Nelle y Esther de Rotterdam, Patrick de Irlanda, que me llevó a cenar en mi 24º cumpleaños, Jonah el del pingpong y las cucharitas en Amsterdam, Wilfried de Amberes, al que visitaré en Septiembre, antes de partir para Nueva York, Sonia y Juan de Santiago, David el escalador, que me enseño a montar en moto, el señor Thang, Martin, Oscar "el cuerpo", que nos invitó a su boda, Isadora, la andaluza que lee a Kierkegard en alemán y que acaba de ser mamá, Roberto, con el que Edu y yo hicimos botellón, en la fontana di trevi, Zahd, el iraní viajero, JL, Tolga , Omer y Ozgür, tres turcos maravillosos, Isabel, que es lo más valiente y alegre que conozco, Claudia y sus hijos, Marlon y toda su familia en Colombia, Ference y Michele... Y mi admirado Wolfrang, que en 7 horas de tren me contó, su -para mis 18 años- interesantísima vida y yo la escuchaba ensimismada y asombrada de que me la estuviera narrando, ¡precisamente a mi!.

Esas gentes son parte de mi vida. Y estoy segura, de que no hubiera conocido a esas gentes, de no estar viajando sola: Yo o ellos (o ambos)

Aún hoy me aterra viajar sola. Al principio, hacerme a la idea de que tengo que ir sola es lo que me da pánico. Pero me aterra mucho más, viajar con gente que no conozco bien. O que tiene expectativas de algo, que yo no. O que por viajar juntos, se vean en la obligación de tener que ir, hasta al baño juntos. Y definitivamente me horroriza, tener que quedarme en casa queriendo irme. El camino es de todos y siempre hay alguien que hace tu mismo recorrido.

Una vez leí en algún sitio, una cita que decía algo así como: " Una de las cosas maravillosas que te pueden suceder en este mundo, no es otra que saltar la tapia del jardín de tu vecino, que te encuentre allí y conseguir, no sólo que no te eche a patadas, sino que te invite a un té y que además te de conversación"

Y yo añado, "y que te deje tranquilamente allí, sin darte la lata, si se lo pides"
Cruzar una frontera es algo así como saltar una tapia, ¿no?.

Así que Eva, te invito a que lo pruebes. Viaja sola cuando sea tu momento.
Viajar sólo, no es una imposición circunstancial, ni una elección. A veces es una buena idea, sin más, y como todo en esta vida, es temporal.

Un beso, feliz viaje (esta vez en compañia)

Lupe

PD: Aunque hay viajes que no salen tan bien, no te creas...De los peores que he tenido han sido por España. Para el españolito medio, la idea que tiene del españolito que viaja sólo (y más aún si es por libre), es que es un raro y no tiene amigos, ni amigas, ni novios y es un insocial, un hippi, un perroflautas o un iluminao. Y no se te acercarán, mas que otros iluminaos. Ahí queda eso”