Al margen de poder compartir información con el resto del mundo, también me animo a embarcarme en el proyecto la idea de poder tener en un solo sitio en internet todos los relatos, experiencias viajeras, mis inquietudes sobre la materia y las fotos (antes cada cosa vagaba por un sitio diferente sin demasiado orden).
El proyecto nació y continúa con modestia, aunque las perspectivas han sido mayores de lo esperado en algunos aspectos.
-He tenido la suerte de contactar con personas muy valiosas, tanto desde el punto de vista viajero como humano. Muchas más de las que hubiera imaginado y con bastante más naturalidad y honestidad de lo que es la comunicación y el trato en los foros de viajes.
-La página no solo contiene relatos, como originariamente se pensó, sino que se ha ido ampliando con otras secciones (unas de mejor acogida que otras, aunque son estos los que más popularidad sustentan en cuanto al número de visitantes y contactos)
-Aunque sea en un único apartado, la web se actualiza de forma casi diaria, cuando nunca pensé que esto fuera a ocurrir más de dos o tres veces al mes. Y aunque el trabajo parezca arduo, no lleva más de una hora al día. Por lo general, esto puede suponer la tercera parte de tiempo de la que dedicaba a los foros no hace mucho.
-El número de visitantes es mucho mayor del imaginado, especialmente desde las navidades a esta parte. Ampliaré datos sobre este aspecto en el siguiente capítulo, donde expondré las estadísticas de la página
La web –a pesar de ser tan joven- ha pasado ya algunos tiempos difíciles, cuando determinadas personas (algunas desconocidas, la mayoría no) intentaron derribarla a través de minar mi moral a lo largo de diciembre y de la primera quincena de enero. Tras incluso plantearme desmontarla, y no haciéndolo finalmente gracias al apoyó que recibí de bastante gente vía correo electrónico, lo único que consiguieron los que intentaban desprestigiarla fue fortalecerla y difundir más sus contenidos. Como si fueran bumeranes, sus propias armas se volvieron contra si mismos.
En la actualidad, afortunadamente, los que se han desanimado han sido ellos y han retornado cabizbajos a sus cuarteles de invierno. Espero que así sea para siempre y que no salgan nunca jamás. En la comunidad viajera no precisamos de ese tipo de gente.
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