jueves, 18 de febrero de 2010

Españoles en el Mundo y Callejeros Viajeros


No me gustan demasiado, esos pseudoespacios de viajes, tipo Españoles en el Mundo y Callejeros Viajeros, que programan semanalmente, en la Primera y en Cuatro. Ayer estuve viendo, el dedicado a San Francisco y me quedé, enormemente decepcionada. ¡Es que ni siquiera consiguieron transmitirme, ni el 10% de las sensaciones, que yo experimenté en noviembre pasado, cuando visité esta extraordinaria ciudad.

            De acuerdo, que las vivencias, sensaciones y experiencias de cada uno, son las que te hacen tener una determinada visión de una urbe, que es personal e intransferible. Pero cuando hablas con otros viajeros, siempre descubres, que hay determinados elementos –nexos-, en los que casi todos estamos de acuerdo, a la hora de expresarnos, sobre cada lugar visitado –en este caso, una ciudad-. De ninguno de ellos, quedó constancia en la emisión de ayer.

            Tengo la sensación, de que quien viera el espacio de Televisión Española, debió sacar como conclusión final, que San Francisco es una ciudad extravagante, llena de frikis y personajes estrambóticos, grotescos y  alternativos –por no decir, raros-. Solo hace falta repasar, algunas de las personas –por no decir, casi todas- que aparecieron en el documental:

            La diseñadora del principio, que me pareció algo excéntrica y estrafalaria, al final de la emisión, me resultó, la más normal de todas. Luego vinieron, la hippie de la casa flotante (y el Plus pal salón), el convencido buscador profesional de extraterrestres –surrealismo puro, el de las zapatillas con GPS mediante vibración y la cazadora inteligente -para partirse de risa-, Raúl y su marido… Creo que al final, el menos chocante de todos, era el pavo, que uno de los entrevistados, había cocinado, el Día de Acción de Gracias.

            ¡Ojo!. Nada tengo yo, contra los personajes alternativos, sino todo lo contrario: Un profundo respeto. Todo el mundo está en su derecho de ser, pensar y actuar como le de la gana, siempre y cuando, no interfiera los derechos de los demás. Lo que si digo es, que no me parecen los testimonios más adecuados, para  transmitir al espectador que no conoce la ciudad, una imagen del San Francisco de hoy. Vamos, que se puede meter algún friqui que otro, de vez en cuando, pero que lo sean casi todos, puede tener cierta gracia, pero desvirtúa la realidad.

No sé por qué, además –supongo que el sensacionalismo manda, en muchos de estos reportajes-, siempre acaban recurriendo a temas manidos, como prostitutas y homosexuales.

            Para la autora del capítulo de ayer, pareciera que solo existiera el Golden Gate y las famosas y chulas, casas victorianas. Poco supimos, del extraordinario ambiente diurno y las bellas construcciones de China Town, de las peculiaridades y esencias del distrito financiero, de la particular zona de Eddy street, de los aledaños del ayuntamiento y de sus calles adyacentes, en Civic Center, llenas de agradables  comercios sin estridencias, de la acogedora zona de Fisherman,s Wharf –con sus tiendas, las amontonadas y delirantes focas-… Y a la inquietante y maravillosa isla de Alcatraz, la liquidaron con un par de planos aéreos.

            Me temo, que la calidad de estos espacios, depende mucho del autor que los hace y es por eso, que son de naturaleza variable. Aunque casi siempre y según mi modesto entender, los calificaría con una puntuación menor a cinco, en una escala de cero a diez. Todavía recuerdo, lo desilusionada que me sentí, cuando contemplé el de Bangkok. ¡Con los increíbles encantos que tiene esta ciudad! y al autor, no se le ocurre otra cosa, que dedicar diez minutos, a entrevistar al director español, de Coca Cola en Asia y a mostrar su lujosa y extraordinaria casa (aunque algo insultante, para el thai medio).

           También me acuerdo del día, en que en el capítulo sobre Manila, dedicaron veinte minutos a hablar de la prostitución. Seguro que eso no lo harían, si hicieran un espacio sobre Madrid o Barcelona, aunque quien pasee por ejemplo, por las Ramblas de noche, pensara que el tema, es de bastante interés, actualidad y trascendencia  Y, ¿qué nos parecería a nosotros, si una televisión internacional, hiciera un reportaje sobre San Sebastián y dedicara la mitad del tiempo, a hablar, sobre los atentados de ETA?. ¡Pues claro!: Pondríamos el grito en el cielo

            Entiendo, que la televisión debe ser ligera y más, a esas horas de la noche, en que ya no estamos, para que nos cuenten historias muy profundas. Pero una cosa es ligereza y otras, bien distintas, las imprecisiones, la manipulación intencionada y el sensacionalismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, no creo que sean tan friquis. Son personas distintas y es normal, porque cualquiera que lo deja todo y se va a vivir a otra parte, no es muy común. En otros programas televisivos, si que los hay friquis, friquis

saludos

Eztizen dijo...

Yo la verdad es que soy bastante aficionada a este tipo de programas, aunque estoy de acuerdo en que no transmiten para nada como son los lugares que visitan.

Unos meses después de venir de Nueva York vi un Callejeros Viajeros y también Españoles en el Mundo en Nueva York, y era como si hablasen de otra ciudad.

También está, como tu has dicho, la adinidad (sobretodo de Callejeros) de centrarse en prostitutas y ricachones. La mitad del reportaje de Roma lo pasan entre putas o en un palacete, y el Coliseo apenas se ve.