Otro capítulo aparte es el de las guías de viajes. Hay buenas (pocas), malas y muy malas (muchas) guías, pero lo que fundamentalmente ocurre, es que el mercado está saturado y que hay que revolver estanterías y estanterías para encontrar una guía que realmente pueda servir de faro que nos ilumine en un viaje.
¿Realmente saben los editores a que sector de población viajera dirigen sus productos?. Salvo Lonely Planet –que si me parece que lo tengan claro- del resto, lo dudo. La mayoría se afanan en llenarlas de fotos o contenidos históricos y culturales sobre los lugares que hay que ver, cuando esos datos se pueden encontrar en cualquier enciclopedia medianamente decente (incluida wikipedia).
A mi modo de entender, el cambio debería ser radical. Si yo tuviera el tiempo suficiente y –sobre todo- los conocimientos técnicos adecuados, no dudaría en crear un foro de pago. Cuando tenemos que rascarnos el bolsillo, solo lo hacemos en las cosas que nos interesan, con lo cual de un plumazo se consigue quitar de en medio a todos esos seres que pululan por los foros y que he descrito en un párrafo de la primera parte de esta reflexión.
Entenderá muy bien esto, el que haya visto al mismo grupo musical en dos conciertos diferentes, uno de pago y el otro gratuito. En el de balde, lleno de gente porque no tiene otro sitio adonde ir. Porque la gratuidad y de la cultura (y lo dice una persona de izquierdas de toda la vida), más que popularizarla lo que ha hecho es degradarla.
Así, a cambio de unos importes económicos no muy elevados, se garantizaría un producto de calidad y un espacio en donde solo estarían aquellos que realmente estuvieran interesados en estar y no los que se aburren o tienen ganas de incordiar.
Y en cuanto a las guías, desde mi punto de vista, una que sea buena debe tener:
-Un montón de direcciones contrastadas de hoteles, restaurantes, lugares de ocio… En esto Lonely Planet es imbatible en la actualidad y tiene pinta de que así seguirá siendo en el futuro. Si yo adquiero sus guías es por eso y por nada más, porque sus direcciones son de fiar en el 99% de los casos.
-Una completísima, actualizada y detallada información sobre transportes urbanos y, sobre todo, interurbanos.
-Precios completamente actualizados de los bienes y servicios más comunes que puede precisar el viajero en destino.
En estos dos últimos aspectos fallan todas, cual escopetas de feria, dado que desde que hacen el trabajo de campo hasta que salen al mercado, los precios pueden haber variado incluso un 10% o 20% en muchos países y el sistema de transportes puede haber sufrido cambios muy importantes. Es entonces cuando se produce el desesperante fenómeno de que la guía confunde, más que ayudar.
La única forma de conseguir estos objetivos estaría en la guía interactiva con formato online. Los costes que se ahorran en la edición, el papel, el encuadernado y la distribución, se podrían destinar a una actualización más frecuente de estos datos.
La forma de enfocar el negocio se la dejo a los expertos en la materia (¡que miedo!). En cualquier caso el usuario, previo pago o suscripción, podría realizar consultas interactivas y obtener una información de última hora muy completa y precisa. La financiación se podría completar con publicidad, pero para mantener la independencia esta no debería ser la típica que en la actualidad aparece en todos esos apestosos blogs de viajes (vuelos y hoteles) sin contenidos.
Quien opte por estas fórmulas, tanto en el capítulo de foros como de guías, puede tener por seguro que me tendrá a mi como usuaria.
Escrita el 30 de junio de 2.007.
1 comentario:
Hola!
Me parece muy interesante el blog y más que nada porque estoy intentado escribir un blog sobre Dinamarca dentro de una red de blog de viajes. Tus reflexiones son muy acertadas. Y de hecho creo que ya he caído en varios de los "errores" que comentas... Aunque claro no es que mi blog pueda ser considerado una guía de viajes.
De todas formas gracias! A ver si puedo aprender-mejorar algo.
Si no te importa te agrego a mi otro blog-diario personal.
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