miércoles, 31 de marzo de 2010

¡Ya está bien, con estos señoritos de la RENFE!

Viajar de Valladolid a Madrid, cuesta con el ALSA y reservando por internet, con quince días de antelación, 7,66 euros. Mientras, transportarse al mismo destino, con los AVE o Alvia, sale por 35,10€. Es decir, casi cinco veces más. Pero, es que volar con Ryanair, desde Valladolid a Alicante o a Málaga, desde Gerona a Almería o desde Valencia a Madrid, nos supone apenas cinco euros.

Pero es que además, tanto Alsa como Ryanair, resultan más fiables que la RENFE, a la hora de cumplir, el compromiso de viajar. Entre el accidente del otro día en Arévalo y la huelga de hoy, en la última semana, llevamos casi tres días, sin trenes a Madrid o con los horarios muy retrasados.

Después, de esta mera exposición de datos objetivos, llegan los componentes emotivo-subjetivos, que son bastante fuertes –aunque muy razonados y de lógica, casi aplastante-. Y eso, que yo esta Semana Santa viajo en coche y para nada dependo, de la maldita y monopolística RENFE –muy afortunadamente-.

Sencillamente. Ya está bien, que unos pocos privilegiados, con trabajos de por vida, decenas de días libres y esfuerzos poco generosos, puedan poner un país patas arriba, con una huelga semi clandestina. No porque no sea legal, sino porque intencionadamente, no se le ha dado difusión –ni por empresa, ni por sindicatos-, para hacer aún más daño. La primera, para vender más billetes, los segundos, para jodernos en lo más posible

Si el gobierno –muy acertadamente y le felicito-, ha metido mano, en el asunto de los controladores aéreos, hora va siendo, de que también ponga en su sitio, a los vividores sindicatos y trabajadores de la RENFE. Definitivamente, por muy loables que resulten sus reivindicaciones –que no creo, que lo sean más, que las de los cinco millones de parados y otros tantos o más, que trabajan en horarios interminables, por menos de mil euros-, no pueden ostentar el derecho, de fastidiar a los ciudadanos e impedirles algo tan necesario, como es viajar (y más en estas fechas)

No me cabe la menor duda, de que un partido de la selección española, es de interés general y por eso, está protegido y debe ser emitido en abierto, sin posibilidad, de que se difunda en pago por visión. Con más motivos, se debe garantizar, el inviolable derecho a desplazarse y viajar de la ciudadanía, sea por la causa que sea. No soy yo, muy de políticas liberales, pero si hay que hacer, lo que ya hizo Reagan en Estados Unidos, con los controladores aéreos, pues se hace y listo. Es decir: ¡Ponerlos en la calle! (omito el taco, que quedaría genial, antes de la última palabra)..

Harina de otro costal, es la política gubernativa, que nos trata de vender la modernidad de España, por el número de kilómetros de alta velocidad. Se están invirtiendo millonadas increíbles –en las que supongo, unos cuantos se están llevando, sus correspondientes comisiones-, en una fórmula de transporte, que es exclusivamente para ricos o para aerofóbicos. Son varias las compañías aéreas –y serán más en el futuro, porque crecerá la demanda-, que ofrecen vuelos nacionales, con tarifas mucho más baratas, que las ferroviarias. Y, aunque están subvencionadas por las autonomías, con dinero público, el coste para el ciudadano, es muchísimo menor, que el de la maldita alta velocidad. Señor Zapatero: La prosperidad de un país, bien sabe usted, que se mide por otros ratios, en los que no vamos muy sobrados.

Y aún, nos siguen vendiendo el ferrocarril, como un servicio público, cuando cada día, son más las rutas que desaparecen, por –supuestamente-, no ser rentables comercialmente. Mientras, las aerolíneas de bajo coste, que resultan ser privadas, incrementan anualmente sus destinos y frecuencias y llegan hasta aeropuertos, donde raramente lo haría, cualquier operador o servicio público.

Sé que la privatización del ferrocarril, no ha dado muy buenos resultados, en algunos países, como el Reino Unido. Pero viendo, lo mal que andan las cosas aquí, casi me arriesgo a que la RENFE, sea fraccionada en varias compañías y caiga en manos privadas. Iban a saber los sindicatos, lo que es productividad y no tener tiempo, para quejarse tanto y fastidiar a los demás. ¡Ya está bien, con estos señoritos caprichosos de la RENFE!.

Esta opinión la sostiene, alguien que es de izquierdas y muy defensora de la intervención del Estado, como generador de cohesión y solidaridad y también, de los derechos de los trabajadores. Así, que no me quiero ni imaginar, lo que estarán pensando, los liberales más recalcitrantes.

1 comentario:

blogenpruebas dijo...

Se puede decir más alto, pero no más claro. Basta ya con esta gentuza, que a mi persnalmente me ha jodido la semana santa. Grrrrrr, que rabia!!