sábado, 27 de marzo de 2010

La hora del Planeta

Ya sabéis. La iniciativa consiste, en apagar las luces y los electrodomésticos, durante una hora (en España, hoy, de 20,30 a 21,30) y en ella participan –al parecer-, cerca de 130 países y casi, 5.000 ciudades. La ocurrencia, se parió y estrenó en Sidney, hace ya tres años, para –supuestamente- concienciar a la humanidad, sobre el cambio climático del planeta.

El caso es, que llevo toda la semana pensando, si adherirme o no a esta corriente, con apariencia de tan humanamente implicada o al menos, inofensiva. Por una parte, soy una persona muy sensible –me sumo, a esa moda de ternura, emotividad y lagrimeo, que ha invadido incluso, hasta el más beligerante de los foros de viajes-, pero por otra, no dejo que mi emotividad me domine y me impida tratar de llegar, al fondo de las cosas

Tras mucho analizar y dudar, he llegado a la conclusión, de que una iniciativa, que es capaz de poner de acuerdo, sin inconveniencias, debates, controversiás, ni aspavientos, al gobierno chino –se apagará la Ciudad Prohibida, de Pekín-, con Obama; a Florentino Pérez, con Laporta o a los recalcitrantes ecologistas, con uno de los alcaldes, más retrógrados de España, como es el de mi ciudad –que lleva haciendo barbaridades medioambientales, desde el día en que fue nombrado- o es de escasa trascendencia o esconde algo turbio.

Y para colmo, hasta se han unido, un millón de personas en Facebook. Algún día escribiré, sobre esta -supuestamente-, llamada red social, a la que desde mi punto de vista, le pega más el calificativo, de despropósito intelectual, a nivel global (con sus muros, clubes de fans y demás gilipolleces, para gente de escasa cultura y menor bagaje intelectual).

Mal nos va a los ciudadanos y no voy a poner ejemplos, ni a aludir a la maldita palabra, que a cada rato, anda en boca de todos. Pero peor nos irá, si casi nuestro único derecho, que es el del pataleo, también nos lo dejamos invadir, por las instituciones, los grupos de presión, los medios de comunicación y los políticos. Estos últimos, para solucionar los graves problemas del país, no se ponen, ni se pondrán de acuerdo, pero sí, para apagar la luz una hora (o para auto adjudicarse una pensión vitalicia, por prestar servicios, tan solo de siete años, como parlamentarios). ¡Ay dios!. Ni las iniciativas más loables, como podría ser esta, se libran hoy en día, de pasar por el filtro de la política y la mercadotecnia.

En cuanto a los medios de comunicación, casi mejor no hablar. ¡No descansan!. Yo nos dieron la murga hasta la saciedad, con el absurdo “esto lo arreglamos entre todos”. ¡Ojo!. Qué nada tengo yo, contra que se insuflen inyecciones de optimismo. Pero lo que ahora más hace falta aquí, son oportunidades y realismo. En esto de la luz, ya solo les ha faltado, poner a Mesi y a Cristiano, apagando las de su casa, después de meter dos hat trick

Así que, hoy, de 20,30 a 21,30, en mi casa, Iberdrola hará su agosto: El ordenador permanecerá encendido, el horno a todo trapo, con un delicioso asado y en el exterior de nuestro chalé y durante esa hora, habrá una luz encendida, porque hasta las loables protestas, estén poseídas por el marketing. Como decía aquel: A ver si al final del túnel, somos capaces, de encontrar la luz.

¡Ya veis!. He sido capaz, de escribir un folio de argumentaciones, sin ni siquiera aludir a los tópicos. Entre ellos, aquello, de que el día del planeta, deberían ser los 365 del año. Aunque no por tópico, no deja de ser cierto.

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