miércoles, 17 de marzo de 2010

De los inmigrantes, del castellano y de la demagogia política, que no conlleva costes y es efectiva

Ni los más viejos del lugar –si es que no tuvieron que emigrar, cosa que hicieron en esta región, 1.600.000 personas, en todo el siglo XX-, recuerdan a Castilla y León –maltratada por el PP, durante interminables años de mal gobierno autonómico-, por ser pionera o innovadora en nada. Más bien, por todo lo contrario: Por ir a la cola y a rebufo, de casi todo. Hay que decir por lo menos y en nuestro descargo, que no contamos con una impresentable al timón del gobierno regional, como ocurre en la Comunidad de Madrid. Pero, en fin. Retornemos, a la cuestión que hoy me ocupa, que si no, me caliento.

Nuestras autoridades, que no han sido precursoras o adelantadas en nada, ahora se descuelgan con la propuesta, de que los inmigrantes que residan o trabajen en Castilla y León, deben de aprender y saber correctamente castellano. Y es que, cuando no se puede ser pionero en la tecnología, la industria o la mínima y eficiente explotación de los propios recursos, se solapa, siendo el líder en la demagogia y el populismo barato, para adherir a la causa –sin gasto alguno y sin ningún esfuerzo- , a ese alto porcentaje de la población, altamente manejable, inculta, muy poco –por no decir nada- viajada, pasional y que mueve su existencia, por las reacciones viscerales e irrazonadas. ¡Es muy triste!.

Para empezar, me parece, que cuantos más inmigrantes sepan castellano, mucho mejor será para ellos y también para el resto, de los habitantes de la comunidad. La integración, es siempre mucho más fácil, si se domina el idioma más hablado. Pero de ahí, a declararlo obligatorio, va un trecho, dado que en este caso, lo primero que tendría que proponer la administración, es las medidas y los esfuerzos que van a poner en marcha, para quienes hoy no lo hablan, puedan hacerlo en el futuro. Y esto no se ha hecho, al menos por el momento, con lo que la medida, más que a popularizar el castellano entre todos, va más bien, encaminada, a la discriminación de unos cuantos.

Y esos mismos, que hoy celebran esta absurda medida, en León, Segovia, Salamanca o Valladolid, ¿no ponen el grito en el cielo, si el gobierno vasco, el gallego o el catalán, toman la misma decisión, con sus lenguas autóctonas?. ¡Qué fácil es cambiar de opinión, aunque el hecho sea el mismo, dependiendo de quien lo ejecute!.

¿Por qué no dejamos además, que sea la propia oferta y la demanda, los empresarios y los trabajadores, los que regulen el mercado de trabajo?.

Pero, las preguntas no terminan ahí. ¿Cuál es el grado de castellano suficiente, para poder trabajar o residir en la región?. ¿Quién lo determina y bajo qué criterios?. ¿Se va a examinar de idiomas, previamente, a la entrega del permiso de residencia y/o el de trabajo? Y fundamentalmente, ¿qué hacemos con los castellanos, que no dominan bien esta lengua, que la mal hablan o al menos, la mal escriben?. Sí, este hecho, no es tan infrecuente, como se pudiera pensar. Ya no hablo, del insultante castellano de los mensajes de móviles –que también-, sino por ejemplo, del de los foros, donde es más habitual de lo deseado, leer elado –sin hache- dever –con v-, buestro –con b- o cozer, -con zeta-. A la mayoría de personas, que les mandaras escribir un folio, apuesto que se irían, a más de diez faltas de ortografía.

Si los alemanes, los suizos o los franceses, se hubieran puesto hace cincuenta años, la mitad de integristas que nosotros, una gran parte de aquella España, se habría muerto de hambre. Y con el agravante comparativo, de que la mayoría de inmigrantes, que hoy viven en miestro país, si que hablan el español. Bien. porque son latinoamericanos; bien, porque son marroquíes, rumanos y búlgaros, con una facilidad para los idiomas, que ya quisiéramos para nosotros.

Señores –y señoras- de la Junta: ¡¡No nos toquen más las narices (por decir una palabra castellana y educada)!!. Y tampoco, con lo del 2% del IVA: Que el año pasado en el IBI (la llamada popularmente, contribución), ustedes me han subido el 20%.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Comparto la mayoría de tus comentarios. En España, la inmigración está integrada (más o menos). No es como en Inglaterra, invadida por mayorias asiáticas, muy lejanas a adaptarse y a aprender inglés.

saludos